Asimismo se habían denunciado todo tipo de agresiones a jugadores de equipos rivales cuando acudieron a Dornburg como visitantes.
Según medios locales, al menos nueve de los jugadores de su plantilla son reconocidos ultraderechistas que militan en las filas de organizaciones neonazis.
A los responsables del club les imputa la federación de futbol regional no haber actuado frente a esos numerosos casos de agresiones y haber tolerado la presencia en sus filas de militancia claramente ultraderechista.
Asimismo, se imputa a la entidad “cercanía” con esos grupos, de modo que a la sanción o exclusión federativa podría sucederle medidas cautelares por parte de las autoridades locales, incluida su prohibición.
La medida incide en sucesivas informaciones de medios alemanes relativas a la fuerte presencia de militancia neonazi tanto entre los aficionados como entre las plantillas de las ligas inferiores, sea en el este de Alemania o en el resto del país.