Las integrantes de las otras dos selecciones de esta llave, Tailandia y China, se conocen entre allas y llevan tiempo entrenándose, mientras que las jugadoras palestinas nunca habían jugado juntas hasta 20 días antes de su debut.
“Jugar al futbol para nosotras, las chicas, en Palestina, es una enorme desafío: nos enfrentamos al fútbol mundial, pero también a nuestro país donde reina una visión retrógrada de las mujeres que juegan al fútbol” , explicó a la AFP Salameh, una joven con largos cabellos negros, tras la derrota en el estadio Fayal al Huseini, único campo internacional del fútbol palestino en Al Ram, una ciudad palestina dividida por el muro de separación israelí.
“Debemos demostrar a nuestro propio pueblo que las chicas pueden y saben jugar al fútbol” , prosiguió Salameh agitando sus manos con las uñas esmaltadas de un rojo brillante.
Menos de diez años de historia
Salmeh jugará el miércoles con su equipo el segundo partido clasificatorio para la Copa de Asia, que se organizará en la vecina Jordania el próximo año. Palestina recibirá a China, su segundo y último rival del grupo C, puesto que Líbano y la isla de Guam, situada en el Pacífico occidental, se han retirado de la fase previa.
El futbol femenino palestino goza de menos de diez años de historia. El primer equipo se fundó en 2009 con escasos recursos, y a pesar del escándalo causado por el espectáculo de estas chicas practicando un deporte tradicionalmente dominado por los varones.
Cuatro equipos juegan actualmente en grandes campos de juego y otros doce en polideportivos. Alrededor de 400 jóvenes de más de 14 años en Cisjordania disponen de una licencia de la Federación Palestina de Fútbol.
Tras su creación, los equipos femeninos centran los debates bizantinos sobre su vestimenta y si deben jugar tras su matrimonio. Incluso, estas discusiones aparecen en los sermones de algunas mezquitas.
En la franja de Gaza, enclave separado de Cisjordania por el territorio israelí, sólo algunas chicas practican el fútbol en polideportivos. Las jugadoras de la selección palestina provienen tanto de esta zona como de las comunidades árabes de Israel.
Las futbolistas palestinas no sólo se enfrentan a “obstáculos culturales” erigidos por la sociedad, sino a aquellos impuestos por la ocupación del ejército israelí, explica Hanadi Nasser Eddin, responsable del fútbol femenino en la Federación palestina.