Entre las candidaturas alemanas en curso se encuentra la de Hamburgo para los Juegos Olímpicos del 2024, y la DFB pensaba lanzarse a la carrera por la Eurocopa de ese mismo año.
Pero Dagmar Freitag, que solicitó una audiencia del presidente de la DFB, Wolfgang Niersbach, estima que el escándalo actual podría tener consecuencias negativas.
“Algunos eventos serán atribuidos por las federaciones internacionales únicamente si hay garantías respaldadas por los gobiernos interesados”, declaró la presidenta del Comité de Deportes del parlamento alemán a la cadena de televisión WDR, añadiendo que la dimensión política “es un factor” que pesa en la atribución de tales eventos.
En una entrevista separada, Freitag señaló el impacto del escándalo actual a nivel internacional.
“Estuve en lo Estados Unidos por trabajo la semana pasada y miembros del Congreso y representantes de la Cámara de Comercio germano-estadounidense me preguntaron sobre el caso”, remarcó. “Por lo tanto, tiene consecuencias. El daño está hecho, la pregunta es: ¿Cuánto de grande será este daño?”, se preguntó Freitag.
“He dicho durante años que tengo grandes dudas sobre (el hecho) que los deportes (federaciones) tengan su propia 'casa'”, aseguró. “Mirad lo que descubrió la justicia estadounidense en el caso FIFA. Sin duda, es una gran oportunidad que la justicia alemana debe aprovechar”.