Gerrard, de 34 años, con más de 700 encuentros con la camiseta roja del Liverpool a sus espaldas, club en el que ha ganado todos los títulos posibles menos la ansiada Premier League, fue recibido con los 44.673 aficionados presentes este sábado en Anfield puestos en pie y con los futbolistas de ambos conjuntos haciéndole el pasillo de honor.
El encuentro comenzó muy bien para los locales, ya que al filo de la media hora de juego se adelantaron en el marcador gracias a un tanto de Adam Lallana.
El internacional inglés, que llegó a los ‘reds’ el pasado verano procedente del Southampton, dedicó el tanto a Gerrard mientras la afición de Anfield coreaba el nombre del eterno ‘8’.
Sin embargo, minutos antes de que el árbitro pitara el final de la primera mitad, Jason Puncheon subió las tablas al marcador gracias a un magistral tanto de falta directa.
En el minuto 60, el joven Wilfried Zaha, que había saltado al terreno de juego 22 segundos antes, puso por delante al Palace.
Con el tiempo ya cumplido, y con el Liverpool volcado al ataque buscando el empate, una falta fuera del área del brasileño Lucas Leiva sobre Zaha lo castigó el arbitro como penalti: Glenn Murray, que erró el primer disparo, recogió el rechazo y subió el definitivo 1-3 al marcador de Anfield.
Pese a la derrota, no se movió un alma de Anfield y todos los espectadores, incluidos antiguos compañeros y técnicos, esperaron a que los futbolistas del Liverpool, también los lesionados y los no convocados, saltaran de nuevo al terreno de juego ataviados con la camiseta ‘red’ con el ‘8’ a la espalda de Gerrard, hoy ya convertido en leyenda del club.
“He jugado en muchos estadios ante cientos de aficiones, pero hay ninguna mejor que vosotros“, se despidió Gerrard de Anfield.