Cuatro antiguos canteranos del Crewe -los ingleses Andy Woodward, Steve Walters, Jason Dunford y Chris Unsworth- revelaron en los últimos días que, cuando eran jóvenes, sufrieron abusos por su exentrenador Barry Bennell, antiguo empleado del club con vínculos cercanos al Manchester City.
Bennell, que se ha cambiado el nombre a Richard Jones, tiene 62 años y cuando tenía 44 fue declarado culpable tras admitir 23 cargos por abusos sexuales con niños de entre 9 y 15 años, con una sentencia de nueve años de prisión.
En 2015 fue sentenciado a dos años de cárcel por abusar de un niño de 12 años en Macclesfield, aunque en la actualidad se encuentra fuera de prisión.
Este sábado, en una entrevista con el diario británico The Guardian, un antiguo director del Crewe, Hamilton Smith, dijo que en la década de 1980 el club estaba al tanto de las acusaciones que aseguraban que Bennell había abusado sexualmente de un joven jugador.
Smith explicó que la junta directiva estudió la posible destitución de Bennell, pero decidió que no había pruebas suficientes contra él para hacerlo.
Pese a las acusaciones, el Crewe, siempre según Smith, permitió al ojeador y entrenador mantener su puesto como técnico de las divisiones inferiores, aunque se tomó la decisión de impedirle quedarse a solas con los chicos y prohibirle que éstos se quedaran a dormir en su casa.