Después llegó el 2-0 de Emerson en otro contraataque. Ya no estaba Luis Suárez, que fue cambiado a falta de media hora, cuando el Atlético necesitaba dos goles para pasar la eliminatoria, ni Stefan Savic, expulsado minutos antes.
El otro Atlético
“No se vayan del partido, no se vayan”, gritaba Diego Simeone cuando el juego bordeaba la hora de juego, cuando ya había sustituido a Luis Suárez, quién se retiró con una irónica sonrisa del campo, y cuando la supervivencia en la Liga de Campeones de su equipo ya era una cuestión cuanto menos discutible, de nuevo reducido a la nada por el Chelsea y en la ‘Champions’.
En esta temporada, más allá de momentos, ha habido un Atlético de Madrid en LaLiga Santander, un líder ganador, y otro en la Liga de Campeones, derrotado más veces -tres- en ocho duelos de la ‘Champions’ que en sus 27 choques en el torneo español, incomparable de un terreno a otro, desfigurado en Europa y fuera de los cuartos de final por tercera vez en las últimas cuatro campañas.
La eliminación europea de este miércoles en Stamford Bridge, el desenlace de una caída iniciada en el encuentro de ida en Bucarest hace tres semanas, con el 0-1 en contra que marcó Olivier Giroud, confirmó el fin anticipado y previsible del camino continental de este curso del equipo rojiblanco, que no ha sido el mismo en Europa.
Ya acostumbrado a la segunda posición de su grupo, el puesto por el que alcanzó los octavos de final los últimos tres ejercicios, con el consiguiente condicionante de la entidad del rival y del campo donde se produce el desenlace de la eliminatoria, el Atlético apenas ha ganado dos encuentros en todo este ejercicio en la ‘Champions’.
Y los dos al Salzburgo, por 3-2 en el estadio Wanda Metropolitano en un ida y vuelta descontrolado que entonces resolvió el talento de Joao Félix y por 0-2 como visitante, cuando soportó la presión inicial de su adversario y ganó en la última jornada, tan necesitado de hacerlo que el pase dependía exclusivamente de lograr el triunfo.
Son las dos únicas victorias en ocho partidos de la Liga de Campeones, donde sufrió también su derrota más contundente de la temporada, el 4-0 en Múnich contra el Bayern, que escenificó, al menos el pasado 21 de octubre, la indiscutible realidad de que el actual campeón de Europa estaba -y está- en un nivel superior a él.
Al Bayern, en una versión reducida en el Metropolitano, lo empató después (1-1), pero no se parecía en nada, o en muy poco, a la estructura principal del bloque de Hansi Flick. Y al Lokomotiv no fue capaz de vencerlo. Ni en el primer compromiso en Rusia (1-1) ni en el segundo en Madrid (0-0), irreconocible respecto a la Liga.
El Chelsea también lo ha derrotado. Primero en Bucarest (0-1) y después en Londres (2-0). Tres veces ha perdido en la Liga de Campeones. También ha empatado otras tres ocasiones. No sólo eso, en la Liga de Campeones no se ha percibido en ningún duelo lo que sí demostró en la Liga: la solvencia, la contundencia, la ambición…
“Es verdad que la ‘Champions’ nos está dando un dolor de cabeza”, admitía Diego Simeone, su entrenador, el pasado diciembre, cuando empató con el Bayern, en contraste con la Liga, sin la tecla para variar la deriva que ha multiplicado el Atlético en la eliminatoria de los octavos de final contra el Chelsea, en la que incluso, con 1-0 en contra, prescindió la última media hora de Luis Suárez, su goleador en la Liga, con 18 tantos, y seco en la Liga de Campeones.