El expresidente del Barcelona Sandro Rosell, su esposa y tres supuestos testaferros fueron detenidos el pasado 23 de mayo, acusados de blanquear €15 de euros de comisiones ilícitas por los derechos audiovisuales de la selección brasileña de futbol y ocultarlos después en Andorra.
En una operación conjunta, bautizada como Rimet, la Guardia Civil y la Policía Nacional practicaron una decena de registros, que se prolongaron durante horas, en domicilios y oficinas vinculados a los detenidos en Barcelona, Seu dUrgell (Lleida), Cors (Gorona), donde el matrimonio Rosell tiene una segunda residencia, y Andorra, según fuentes cercanas a la investigación.
El actual presidente barcelonista ha asegurado que bajo la presidencia de Sandro Rosell, y cuando fue vicepresidente en el mandato de Laporta, “el Barcelona se benefició de sus contactos para fichar a jugadores como Ronaldinho o impulsar patrocinios para la camiseta (Catar)”.
“Si en la causa se resuelve que Rosell se benefició económicamente el club, y no creo que haya sido así, actuaremos en consecuencia y en defensa siempre de los intereses del club, como hemos hechos siempre”, ha advertido Bartomeu.
“La gestión del club está debidamente auditada y contamos con una compliance officer (Sabine Paquer) que audita todo para que las actuaciones del club se ajusten a la ley”, ha añadido.
A la pregunta de si se ha planteado dimitir, como así le han reclamado aspirantes a la presidencia en el 2015 como Joan Laporta y Agustí Benedito, Bartomeu ha sido tajante ante los medios en la sala de prensa del Camp Nou: “Nos votaron para seis años (está cumpliendo su segundo años de mandato)”.