La Liga sigue encabezada por el Barcelona, invicto, con 25 de los 27 puntos disputados y ya con diecisiete victorias consecutivas en este torneo en el Camp Nou. Este sábado, ante el Málaga, se adueñó del marcador con rapidez, en un minuto y 53 segundos, y con polémica, en una acción que debió ser invalidada, porque Lucas Digne conectó con el balón ya fuera del campo, y que terminó en el gol de Gerard Deulofeu con toda la defensa del Málaga ya parada.
Desde esa ventaja, con una versión grisácea, a medio gas, con Gerard Piqué de suplente y con las apariciones del Málaga por el otro área sin profundidad ni determinación, pero sí merodeando la portería del Barcelona, construyó su octavo triunfo del curso, que ya quedó clarísimo con el 2-0 de Andrés Iniesta en el minuto 57.
Nadie desplaza al Barcelona del liderato, tampoco al Málaga del fondo de la clasificación, ni nadie aparta de la segunda plaza al Valencia, a cuatro puntos aún del líder e imponente contra el Sevilla, al que goleó con la rotundidad que demostró el marcador, 4-0, cierto que con dos de los goles en los cinco minutos finales, pero también que mandó desde el minuto 43 por medio de Guedes.
Un golazo, otro más, de una de las indiscutibles sensaciones de la Liga, que luego repitió con el 4-0 en el 92. Antes, el italiano Simone Zaza había anotado el 2-0, con un movimiento dentro del área que supuso su octava diana en este curso. El 3-0, en el 85, lo logró Santi Mina a la contra. Es el quinto triunfo seguido del Valencia.
No ha perdido ningún encuentro, ya alcanza los 21 puntos; cinco más que el Sevilla, con nueve goles en contra en cuatro días, del golpetazo sufrido en la Liga de Campeones frente al Spartak de Moscú (5-1) al correctivo padecido este sábado en Mestalla (4-0). Entre los dos torneos, enlaza tres derrotas, con sólo un gol a favor.
“No temo a que me despidan. Temo a otras cosas como son no encontrar la solución al problema o cuestiones de vida superiores. Con el paso del tiempo debemos fortalecer la cabeza y mejorar en todos los aspectos”, expresó Eduardo Berizzo, técnico del Sevilla.