Muchos espectadores aún buscaban sus asientos cuando Estados Unidos se puso en ventaja en el marcador: Timmy Chandler logró un lanzamiento elevado desde el costado derecho, y el artillero Clint Dempsey se adelantó a la defensa cubana para subir sin marcadores y meter el cabezazo para el 1-0.
“Se nos vino la debacle”, dijo el entrenador de Cuba, Raúl González, luego del partido, en referencia al gol de Dempsey.
“Habíamos hablado de tomar cuidado con los goles tempraneros, porque se nos haría difícil remontarlos”, añadió el estratega cubano.
Cuba arrancó activando siempre a Jorge Clavelo como distribuidor del juego desde el sector central para buscar una sorpresa con la velocidad de Maikel Reyes en la ofensiva, pero el centroadelantero cubano se encontraba invariablemente sin compañía y era así fácilmente controlado.
Del otro lado del terreno, Estados Unidos variaba la organización del juego con Bradley y Kyle Beckerman, mientras en la zona ofensiva Dempsey y Aron Johansson arrastraban marcadores para abrir espacios.
Al minuto 14, Fabian Johnson recibió un tiro libre en el flanco izquierdo y lanzó un cruce en profundidad. La zaga cubana quedó clavada al piso en espera de la posición adelantada, pero Gyasi Zardes apareció para conectar de pie derecho para el 2-0.
Los cubanos intentaron una variante, utilizando al espigado Daniel Luis para ordenar del sector central, pero ya Estados Unidos se había adueñado del terreno medio.
La opción de la defensa cubana en apostar todo a la posición adelantada volvió a dar mal resultado a los 32, cuando Bradley logró un largo pelotazo en profundidad que encontró a Johansson, quien no tuvo inconvenientes en encubir al arquero Diosvelis Guerra para estampar el 3-0.
Cuando ya agonizaba el primer tiempo, al minuto 45, Bradley cobró un tiro de esquina cerrado, Johansson apareció del otro lado para acomodar el balón de cabeza y Omar González se adelantó para empujar la pelota a la red para el 4-0.
Con cuatro goles de ventaja, Estados Unidos claramente sacó el pie del acelerador en el segundo período, pero Cuba adelantó sus líneas y trató de mantener la pelota lejos de su propio terreno, y de esa forma comprimió a los estadounidenses contra su área.
Reyes pasó a actuar más retrasado, más próximo de los hombre de mediocampo, y así Cuba parecía rondar peligrosamente el área grandes de los dirigidos por el alemán Jurgen Klinsmann.
Pero los estadounidenses volvieron a aplicar una ducha fría a los cubanos: a los 64 minutos, Angel Horta derribó a Johansson en el área y el costarricense Henry Bejarano indicó el penal, que Dempsey convirtió en 5-0.
Cuando el reloj mostraba el minuto 78, Bradley ingresó con el balón dominado al área cubana desde el costado derecho y habilitó a Dempsey, que con un discreto toque de pie izquierdo estampó la media docena en el marcador.
Cuba no bajó los brazos, a pesar de la golpiza, y siguió buscando la aproximación al área adversaria, pero ya carecía de la tranquilidad para tratar el balón con prudencia, y sus pases se hicieron más y más imprecisos, como si quisiera remontar en 10 minutos y a puro pulmón una desventaja de seis goles.
Se trata de la mayor goleada conseguida por Estados Unidos ante Cuba en la Copa Oro de la Concacaf, ya que anteriormente había logrado un 5-0 al eliminar al conjunto antillano en los cuartos de final de la edición de 2003.
A pesar del clima de reaproximación entre los dos tradicionales enemigos, las tribunas del estadio este sabado dejaron escuchar abucheos a los cubanos, especialmente durante la ejecución de los himnos nacionales.
Sellan el pase
Jamaica derrotó este sábado a Haití por 1-0 en Baltimore, y clasificó a las semifinales de la Copa Oro 2015 de la Concacaf, en las que enfrentará a Estados Unidos.
El gol que puso a Jamaica en la semifinal del torneo fue convertido por el atacante Giles Barnes a los 7 minutos de juego, al aprovecharse una falla de la defensa haitiana.