Además de las dos jóvenes que esa noche acompañaban a la denunciante, han declarado el director y seis trabajadores de la discoteca Sutton, entre ellos el portero que vio salir a la víctima llorando tras la supuesta violación, lo que dio pie a que el personal de seguridad activara el protocolo contra agresiones sexuales del local y llamara a los Mossos d’Esquadra.
Los testigos, entre los que figuran los camareros que sirvieron las copas a la víctima y sus amigas en el reservado de Sutton, se han ratificado en las declaraciones que prestaron ante la policía catalana, han añadido las mismas fuentes.
En concreto, las chicas que acompañaban a la denunciante han mantenido que Alves las invitó, a través de un camarero de la discoteca, a tomar unas copas en el reservado en el que estaba de fiesta con un amigo suyo.
Una vez allí, afirman que el futbolista también las abordó a ellas, con intenciones aparentemente sexuales, antes de invitar a la víctima a entrar en el baño donde presuntamente la agredió sexualmente.