Andrezinho abrió el marcador con un cabezazo fenomenal, a un centro preciso de Cley, y Marcos Junior empató con categoría.
La victoria da un alivio al alicaído Vasco, que aún yace en la zona de descenso, mientras que el Flu perdió el chance de asumir la punta del campeonato, pero aún está entre los cuatro primeros que clasifican a la Copa Libertadores.
Ansioso por debutar
El crack regresa también a Rio de Janeiro, donde los simpatizantes del “tricolor” esperan ver muestras de su talento en el mítico estadio Maracaná, donde hace de local el Fluminense y revivir el sueño de los jugadores de mi generación como lo definió en una entrevista reciente.
“Ya quiero estar dentro del campo hoy mismo. Tengo ganas de ponerme los botines y jugar”, dijo el domingo en su primera rueda de prensa como jugador del Fluminense, donde compartirá la ofensiva con Fred, excompañero de la selección brasileña.
El nuevo 10 del club carioca dijo que su principal motivación para regresar fue ganar el campeonato local, uno de los pocos trofeos que faltan en su impresionante palmarés.
“Llegó con expectativa de poder hacer historia en este gran club y trabajar duro”, añadió durante la conferencia en la que contestó una pregunta sobre su difícil paso por el Querétaro mexicano en perfecto español.
Con la selección brasileña obtuvo la Copa América-1999, el Mundial-2002 y la Copa Confederaciones-2005. Y con el Barcelona (2003-2008) ganó una Liga de Campeones (2006) y dos ligas españolas (2005, 2006).
El mediapunta formado en el Gremio de Porto Alegre y con un recorrido europeo que incluye al PSG francés y al AC Milan de Italia, será presentado ante los hinchas el 27 de julio. A partir de esa fecha estará disponible para entrenar de cara a su debut, aún indefinido.
En una tarde soleada, el dos veces elegido mejor jugador del mundo por la Fifa (2004 y 2005) llegó al estadio rodeado de guardias de seguridad, mostrando su clásica sonrisa y luciendo un pañuelo negro en la cabeza.
Fichado hasta el 2016, tras romper de común acuerdo un millonario contrato en México por indisciplina, un sino que lo acompañó durante toda su carrera, buscará reeditar en la que podría ser la estación final de su deslumbrante carrera el año 2012 cuando llevó al Atlético Mineiro a ganar una Copa Libertadores y una Recopa Sudamericana.
En voz baja y con tranquilidad, Ronaldinho aclaró que no venía a comandar nada, sino solo a ayudar.
