Aún así, desde que se aplica el sistema en el que sólo se clasifica directamente el primero de cada grupo (1998), Portugal tiene un saldo neutro en las estadísticas: dos clasificaciones directas y otras dos tras superar una eliminatoria.
Por ello, el martes intentará desequilibrar esa estadística a su favor y salir del estadio de la Luz con un billete directo a Rusia.
En 2002, Portugal empezó con buen pie en este sistema y se clasificó directamente, al terminar primero en un grupo con selecciones como Holanda y la República de Irlanda. Pero acabó siendo eliminado en la fase de grupos del Mundial, tras hacer un flojo campeonato.
La historia se repitió en 2006 con un nuevo pase directo, en el que sería el debut de Cristiano Ronaldo en esta competición y donde Portugal consiguió terminar la fase final del Mundial en cuarta posición, tras perder la lucha por el podio con Alemania.
Esta tendencia se invirtió a partir de 2010, cuando Portugal no consiguió imponerse a Dinamarca en la fase de clasificación, con una derrota en casa por 2-3 y un empate fuera (1-1) que comprometió su acceso directo al primer lugar.
Por ello, tuvo que disputar dos partidos frente a Bosnia-Herzegovina que se saldaron con sendas victorias por la mínima, y que permitieron a Portugal clasificarse para el Mundial de Sudáfrica, donde cayó en octavos de final frente a España, que acabaría proclamándose campeona.
En 2014, la selección portuguesa volvió a no conseguir alcanzar el primer lugar en la clasificación y terminó tras de Rusia, debido a un empate casero frente a Israel (1-1), en el penúltimo partido de esa fase.
En el “play off” tuvo que medirse a la selección de Suecia. Se impuso en los partidos con un resultado global de 4-2, con los cuatro goles portugueses marcados por Cristiano Ronaldo.
Los tres goles que Ronaldo marcó en el partido de vuelta, así como su gran exhibición, fueron decisivos no sólo para el futuro de Portugal en esa competición (donde finalmente cayó eliminado en fase de grupos), sino también para el Balón de Oro que consiguió ese año.
Extendiendo esta estadística también a las fases de clasificación para la Eurocopa, Portugal se vería en la misma situación, ya que cuenta con un pase directo en 2016 y otro a través de una eliminatoria en 2012.
La única vez en la que Portugal llegó a la última jornada dependiendo sólo de sí mismo para asegurarse el primer lugar del grupo fue en 2002, cuando se plantó en igualdad de puntos con la República de Irlanda y necesitaba vencer para garantizar el acceso directo.
En este último partido, la selección portuguesa superó el desafío que tenía en sus manos y venció a Estonia (5-0), sin permitir que la victoria irlandesa le dejase fuera del Mundial.