Tanto Immobile como Cristiano todavía cuentan con opciones de hacerse con la Bota de Oro absoluta, que actualmente terminaría en las manos del polaco Robert Lewandoeski, delantero del Bayern Múnich, quien acabó su año con 34 dianas.
Tras un comienzo de temporada con solo cinco goles en diez partidos y un mes de noviembre sin firmar ningún tanto con la camiseta del Juventus, Cristiano cambió de ritmo y volvió a ser una máquina de hacer goles.
En los siguientes 18 partidos ligueros jugados, Cristiano marcó 23 goles y, tras el parón forzado por el coronavirus, el luso ha anotado siete tantos en seis partidos, llevando de la mano a un Juventus todavía gris hacia la ya casi segura confirmación de su título.
La Bota de Oro, que Cristiano ganó cuatro veces en su carrera, parecía inalcanzable hasta el parón de marzo, pero la tremenda racha goleadora del número 7 del Juventus le permitió presionar con fuerza a Immobile a falta de seis jornadas para el final del torneo.
Y es que en la decimotercera jornada Immobile llevaba ya 15 goles, por los cinco de Cristiano. En la jornada 22, el delantero del Lazio sumaba 25 mientras que CR7 todavía llevaba 19.