No es una cifra elevada y ha tenido sequías goleadoras mayores en su etapa en el Real Madrid, pero sí cobra trascendencia por la desesperación que mostró en el Santiago Bernabéu ante el Almería.
Alejado de su verdadera imagen, angustiado por un pulso eterno con el argentino del Barcelona Lionel Messi, los fantasmas de Cristiano Ronaldo reaparecen cuando enlaza partidos sin marcar y el Real Madrid mantiene su pegada. Cuatro tantos al Celta y tres al Almería sin la firma del portugués en ninguno. Es lo destacable, por encima de la cifra de minutos.
Pese al cómodo triunfo por 3-0 al Almería en la última cita del Real Madrid, el portugués se marchó del terreno de juego con un gesto torcido. Su enfado lo mostró cuando su amigo y compatriota Fabio Coentrao le intentó calmar, pasándola la mano por la espalda antes de que Cristiano se la quitase para ser el primero en abandonar el terreno de juego a la velocidad de un rayo.
Antes dejó innumerables gestos de queja en cada intento de marcar. A sus dos lanzamientos de falta y en acciones en las que rondó sin éxito el gol.
Una acción provocó hasta los silbidos de la afición madridista, cuando fue excesivamente individualista en un contraataque en el que ignoró los desmarques del mexicano Javier Chicharito Hernández y acabó chutando a las nubes.
Un tanto en los cinco últimos encuentros del Real Madrid rebajan la pegada del matador portugués. Rápido tuvo la defensa de su entrenador, el italiano Carlo Ancelotti que hoy reconoció que no entiende como un aficionado madridista puede pitar nunca a su estrella. “Si no marca más en lo que resta de temporada estaré igual de contento. Nunca tuve un jugador que marcase más de 50 tantos en una temporada”.
El pulso por acabar máximo goleador de la Liga BBVA se estrecha a un solo gol. A los 39 de Cristiano le siguen ya de cerca los 38 de Messi.
Y hasta llegó el capotazo de Álvaro Arbeloa, el jugador que marcó tras años sin hacerlo en el Santiago Bernabéu y encontró el gesto de queja de Cristiano, que estaba detrás suya para empujar el balón a la red, al volver a chutar con potencia el balón dentro de la portería y celebrar de forma fría el tanto de su compañero. “Si no me molesta a mí, no debe molestar a nadie. Es fruto de su ambición por hacer goles y ganar el pichichi” , aseguró Arbeloa.
Por eso, el portugués tiene marcado en su calendario la visita a un Sánchez Pizjuán donde tiene grandes recuerdos con ocho dianas.
Hasta cuatro tantos en un partido firmó ante el Sevilla, el equipo al que más ha marcado desde su llegada al fútbol español con tres tripletes incluidos. Un total de 18 dianas en doce encuentros y dejando su sello goleador en los cuatro últimos enfrentamientos.
Su doblete de la última Supercopa de Europa en Carfiff, dejó uno de los dos títulos conquistados por el Real Madrid esta temporada, junto al Mundial de Clubes. Ahora, necesita volver a marcar y que sus goles sean decisivos para empujar al Real Madrid en su lucha por el título liguero antes de encarar las semifinales de Liga de Campeones.