El argumento de la obra antes del descanso fue el tradicional: el Real Madrid comenzó razonablemente bien, creó ocasiones que no embocó y, por contra, su rival le hizo daño con muy poco.
Así, el Deportivo se adelantó a los 23 minutos en una jugada que nació de un saque de banda y una defensa pésima de Carvajal y Varane. Lucas Pérez puso un centro perfecto y Adrián marcó para silenciar el Bernabéu.
El Real Madrid reaccionó con rabia e igualó a los 32 minutos con un tanto de Nacho Fernández con asistencia de Marcelo. Y volteó el marcador a tres minutos de descanso con un espectacular zurdazo de Bale.
La segunda parte fue trepidante por las extraordinarias concesiones defensivas de ambos equipos, que se empeñaron en regalar y regalar. Sacó más partido el Real Madrid por cuestión de dinamita.
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— Real Madrid C.F.⚽ (@realmadrid) January 21, 2018
A los 59 minutos quedó sentenciado el choque con el segundo gol de Bale al cabecear impecablemente un saque de esquina. Fue el sexto gol del galés en esta edición de la Liga española, el máximo anotador blanco del torneo junto a Cristiano Ronaldo.
El conjunto local alcanzó la goleada a los 68 minutos con un magnífico disparo de Modric desde el borde del área que definitivamente llevó el alivio a la grada del Bernabéu, poco acostumbrada últimamente a ver partidos sin sobresaltos.
Para entonces, y con la entrada de Karim Benzema, ya estaba en el campo la famosa “BBC”, algo que no sucedía en el Real Madrid desde el 23 de abril por lesiones y otras circunstancias.
La tarde quedó tan afable para el conjunto blanco que ni siquiera Cristiano Ronaldo se quedó sin su gol. Fueron dos, en realidad. El primero con el pie anticipándose a sus defensas y el segundo con un gran cabezazo.
El equipo de Zidane quedó saciado a dos minutos del final con un nuevo gol de Nacho Fernández. Un defensa firmando un doblete. Eso explica qué tipo de rival tuvo delante el conjunto blanco. Ese fue el final de un día amable para el Real Madrid. No tuvo demasiados esta temporada.
