Su homónimo en el banquillo londinense, Mourinho, queda en una posición muy delicada, pese al apoyo constante de los aficionados, ya que el último campeón de la Premier está en la 15ª posición de la tabla con solo tres victorias en once partidos.
Mourinho dejó en el banquillo a su pareja de mediocentros titulares en la pasada temporada y en este inicio de curso, al serbio Nemanja Matic y al español Cesc Fábregas, dando entrada a un eje formado por el brasileño Ramires y el nigeriano John Obi Mikel.
El partido comenzó de la mejor manera para el Chelsea. Después de una gran jugada por banda izquierda del lateral español César Azpilicueta, este centró al área y Ramires apareció por sorpresa para rematar a gol.
Los primeros quince minutos del equipo de Mourinho fueron alentadores, con una buena presión en campo contrario que asfixiaba a los Reds. Pero, a medida que el conjunto del Mersey se hacía con el ritmo del partido, el Chelsea empezó a perder frescura y acabó reculando.
El conjunto lo acabó pagando en el último minuto de la primera parte, cuando Coutinho, el mejor del partido, se sacó de la chistera un tanto lleno de talento. Recortó con pierna derecha, y con el interior del pie izquierdo disparó ajustado al ángulo superior sin que nada pudiera hacer el arquero bosnio Asmir Begovic.
Segunda parte roja
El Chelsea ya no se recuperó de este golpe, y la segunda parte fue de claro dominio rojo.
Las estrellas del conjunto londinense no aparecieron por Stamford Bridge. El belga Eden Hazard, que lleva 19 partidos sin marcar, fue sustituido en el minuto 59 y el delantero hispano-brasileño Diego Costa no tuvo ninguna oportunidad.
Además, en otras de sus habituales salidas de tono, Costa golpeó al defensa eslocavo Martin Skrtel desde el suelo, lo que le podría haber acarreado la expulsión.
Tarjeta roja que Mourinho pidió para el mediocentro brasileño Lucas Leiva, tras parar un contraataque en falta cuando ya tenía amarilla.
La mejor ocasión blue en esta segunda mitad fue para el brasileño Oscar, que intentó sorprender al arquero belga Simon Mignolet desde 40 metros, pero el portero reaccionó de manera esplendida.
Klopp movió sus piezas y puso en el campo a un delantero centro puro como es Benteke, lo que a la postre le llevó a ganar el partido.
Benteke bajó de cabeza un pase largo del francés Mamadou Sakho y Coutinho tras recortar lanzó un disparo que desvió el capitán Jonh Terry, para acabar entrando en el arco.
Con 2-1 en contra, la afición siguió cantando por Jose Mourinho. A siete minutos del final, el Liverpool cerró el marcador con un tanto de tiro cruzado del fuerte delantero belga.
La jornada continúa este sábado (15h00 GMT) con el encuentro del líder Manchester City ante el Norwich y el Swansea-Arsenal como los destacados.