El juego de ida de la semifinal quedó en manos del conjunto inglés, 4-3, marcador cerrado que promete que la vuelta en el Santiago Bernabéu será de pronóstico reservado.
Fueron siete goles en total, cada uno con su efecto de gravedad y jugadas bien preparadas y definidas, pero uno de los goles que dejó fría a toda la afición en el Etihad Stadium, fue el segundo gol de Karim Benzema.
Se jugaba el minuto 80 y parecía que el City se iría con dos goles de ventaja, pero una mano dentro del área defendida por los ingleses y el árbitro no dudó en marcar en lanzamiento penalti.
Como era de esperarse, Benzema tomó el balón y todo mundo se imaginaba que por el tiempo que estaba por consumarse y la importancia que significaba esa oportunidad, iba a rematar con fuerza, pero no fue así.
El francés, se relajó y tanta es la confianza en sí mismo, que en lugar de utilizar la fuerza usó la inteligencia y al estilo Panenka burló al portero Ederson Moraes, quien se lanzó a un costado y con la vista acompañó la trayectoria del esférico hasta el fondo de su marco.
El estadio enmudeció, y a lo lejos se escuchaban los 2 mil aficionados del Madrid que hicieron el viaje a Mánchester festejar la locura de definición del “Gato”, gol que los tiene con vida y que buscarán remontar la próxima semana en el Santiago Bernabéu.
Lo hecho por Benzema fue tema de comparación a lo que hizo el uruguayo Sebastián Abreu en el Mundial de Sudáfrica 2010, quien definió de la misma manera en un tiro que era el más importante para los uruguayos, y “el Loco” con sangre fría lo hizo al estilo Panenka para clasificar a los charrúas a las semifinales tras derrotar a Ghana.
El 2 de julio de 2010 se jugó el partido por cuartos de final entre Uruguay y Ghana, en la tanda de penales, Sebastián "El loco" Abreu definió de esta manera pic.twitter.com/u7lkyE9i9G
— HistoriasFifaWC (@HistoriaFifaWC) July 2, 2020