En el partido de ida, Oblak estuvo imperial, salvando un mano a mano con el galés Gareth Bale o atajando un enorme disparo del colombiano James Rodríguez.
Esa actuación le valió los elogios unánimes tras el partido. “Ha estado fantástico”, dijo su rival Casillas.
Oblak se dio a conocer la temporada pasada llevando al Benfica a la final de la Europa League y eso le valió para que el Atlético lo fichara en sustitución del belga Thibaut Courtois, una de las claves del título liguero.
“Me encuentro bien, como todo el equipo, porque hoy trabajamos mucho, era un partido muy duro”, declaró el pasado martes tras el'euroderb' el meta esloveno (22 años y 5 internacionalidades).
Oblak, cada día te quiero más
El esloveno, que costó 16 millones de euros -el fichaje más caro de un portero en la Liga-, falló en su debut europeo contra el Olympiacos (derrota por 3-2) y comenzó a ser muy cuestionado.
Todo cambió hace un mes, cuando el meta titular Miguel Ángel Moyá (31 años), se lesionó en el partido de vuelta de los octavos de la Champions contra el Bayer Leverkusen.
Oblak saltó a la cancha y fue determinante en la clasificación de su equipo en la tanda de penales.
A fuerza de paradas espectaculares, el esloveno (1,86 m y 87 kg) se ha ganado la estima de los hinchas colchoneros, que en las gradas le cantan una adaptación del éxito de los Gipsy Kings 'Djobi Djoba': “Obi, Oblak, cada día te quiero más”.
Paradoja Casillas
Convencer a su público es lo que necesita también Casillas en el Bernabéu. Una paradoja para uno de los arquero más laureados de la historia del futbol, que ha recuperado esta temporada su estatuto de titular en el Real Madrid tras dos años de dura competencia.
San Iker (33 años) ha dejado de ser idolatrado en el templo blanco y, en los últimos meses incluso ha sido directamente criticado por varios errores, sobre todo por el gol encajado en la pasada final de la Champions ante el Atlético, pese a que el Real Madrid logró el título in extremos (4-1 en la prórroga).
Una parte del Bernabéu le ha llegado a silbar, una acción que se repite cada vez que Casillas tiene dificultades en un balón aéreo, el punto débil de arquero blanco.
“El público es soberano”, se limita a responder el hombre que levantó la Copa del Mundo en 2010 con España, que cuenta con el apoyo de su técnico, el italiano Carlo Ancelotti.
El pasado viernes, el entrenador declaró que se ve siguiendo en el equipo la próxima temporada, con Casillas como portero.
Para que se cumplan ambas cosas, Casillas -capitán del Real Madrid y de la selección española- debe demostrar el miércoles que conserva mucho de lo que le llevó a ser el número uno, frente a valores en alza como el propio Oblak.
