El acto de entrega, celebrado en el palacio de La Moncloa, supone el reconocimiento del Gobierno a toda la carrera de Casillas, jalonada por numerosos títulos desde muy niño, por un comportamiento intachable dentro y fuera del campo, e ilustrada con su absoluta colaboración en causas benéficas por todo el mundo.
Esta condecoración es el colofón a los muchos reconocimientos recibidos por el portero nacido en Móstoles (Madrid) el 20 de mayo de 1981, que fue sacado del instituto para ir a su primera convocatoria con el Real Madrid -por las lesiones de Bodo Illger y Koke Contreras- y que debutó en la mítica Catedral de San Mamés.
Fue el principio de una carrera brillante en el Real Madrid, el club de toda su vida, en el que vivió una última etapa tormentosa desde que el técnico portugués Jose Mourinho le situó en el punto de mira. Actualmente el guardameta rebosa tranquilidad en el Porto luso, por el que fichó el pasado julio.
El 15 de noviembre de 2011, en el encuentro amistoso frente a Costa Rica, se convirtió en el futbolista español con más encuentros internacionales (127), al superar a Andoni Zubizarreta.
Ahora ya acumula 164, cifra que aún puede incrementar notablemente a la vista de que al menos hasta la Eurocopa de Francia'98 seguirá en el equipo nacional.
Iker Casillas lo ha ganado todo, con su club y con las selecciones nacionales. Quizá ahora, con todos los reconocimientos y premios en su haber, le falta completar su hoja de ruta con títulos en Portugal.
Entró en las categorías inferiores del Real Madrid con nueve años y desde muy pequeño comenzó a mostrar unas cualidades que no tardarían en confirmarse.
El galés John Benjamin Toshack le hizo debutar con el primer equipo el 12 de septiembre de 1999, pero para entonces ya había sido protagonista con las selecciones inferiores sub'15, sub'17 con los títulos continentales y la Copa Meridiam en Sudáfrica.
Ese mismo año, pese a ser más 'pequeño' que el resto, fue convocado por Iñaki Sáez para el Mundial sub'20 de Nigeria, en un equipo en el que también estaba Xavi. Compartió la titularidad con Dani Aranzubia y se comportó con una tranquilidad y veteranía encomiables. España logró el primer título universal de su historia.
Se ganó la continuidad en el Santiago Bernabéu con paradas que muy pocos hacían, casi milagrosas en algunas ocasiones, tanto que se le ha considerado un 'santo' (San Iker) bajo los palos por sus reflejos y colocación.
Poco a poco, Casillas, que siguió siendo el chico normal de Móstoles, fue fraguando una trayectoria brillante, en la que acumula, entre otros títulos, con el Real Madrid, tres Ligas de Campeones (2000, 2002 y 2014), dos Supercopas de Europa (2005 y 2014), una Copa Intercontinental (2002), un Mundial de Clubes (2014), cinco Ligas (2001, 2003, 2007, 2008 y 2012), dos Copas del Rey (2011 y 2014) y cuatro Supercopas nacionales (2001, 2003, 2008 y 2012).
En muchas fue decisivo, clave, pero sobre todo para el recuerdo queda la final de la 'Champions' de 2002 en Glasgow, la del golazo de Zinedine Zidane. Había perdido la titularidad. Vicente del Bosque contaba con César Sánchez, pero el extremeño se lesionó en el partido ante el Bayer Leverkusen. Casillas saltó al césped y fue el salvador del equipo con varias intervenciones casi milagrosas. Al acabar lloraba como el niño que casi era todavía.
Con la selección absoluta debutó el 3 de junio de 2000, con 19 años y 13 días. Fue en un amistoso contra Suecia en Gotemburgo en el que comenzó a forjar su leyenda en La Roja.
Iker Casillas, que acabó heredando del también exmadridista Raúl González el brazalete de capitán de la selección, acabó por formar parte de la generación dorada del futbol español, de un bloque que hizo historia al enlazar dos Eurocopas (2008 y 2012) y el Mundial de Sudáfrica (2010).
El madrileño fue el encargado de levantar a los cielos de Viena (Eurocopa 2008), Kiev (Eurocopa 2012) y Johannesburgo (Mundial 2010) los trofeos que acabaron con medio siglo de penurias, que provocaron la euforia desmedida en todo el país, acostumbrados a lamentar reiteradas decepciones futbolísticas con su selección.
En su caso, la decepción de la prematura eliminación en el Mundial de Brasil 2014 no significó su adiós a la selección, como en el caso, entre otros, de su amigo Xavi. El madrileño se ve en buena forma en buen estado y quiere poner otro colofón a su trayectoria internacional.
Ha sido un placer recibirte en La Moncloa, @CasillasWorld. Te deseo lo mejor con la @SeFutbol y el @FCPorto pic.twitter.com/YVavm9jhLw
— Mariano Rajoy Brey (@marianorajoy) November 10, 2015
Lo peor de su carrera lo vivió cuando perdió la titularidad en el Real Madrid y su relación con Jose Mourinho no fue ni mucho menos la mejor. No recuperó el puesto hasta la recta final de la Liga 2013-14, ya con el italiano Carlo Ancelotti como entrenador.
Sin embargo, comenzaron los silbidos de una parte de la afición hacia su labor. Ni siquiera ampliar su palmarés y el del equipo blanco le valió para acallar a los críticos, que siempre le recordaron los fallos que cometió puntualmente, incluido el de la final de la 'Décima' ante el Atlético de Madrid en Lisboa.
“San Iker” ya no tuvo el respaldo incondicional de la afición y vivió días muy duros, tanto que acabaron con su salida del club de toda su vida con destino Oporto, que recibió con los brazos abiertos al considerado varios años mejor portero del mundo y que había sido uno de los personajes más queridos en España, reconocido como embajador de la Fundación del Real Madrid (2007), con la primera Medalla de Oro del Ayuntamiento de Móstoles (2008), del que es hijo predilecto (2010), con la Medalla de Oro de la Real Orden del Mérito Deportivo (2010), o la Gran Cruz de la Orden al Mérito Deportivo (2015).
Unido sentimentalmente desde 2009 a la periodista Sara Carbonero y padre de un hijo, Martín, colabora en campañas solidarias como la de la ONG Plan de protección de la infancia o contra la malaria, y desde 2011 es embajador de buena voluntad del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).