Unas horas antes del entrenamiento la expedición había aterrizado en el aeropuerto de Narita, donde unos 300 aficionados aclamaron a los futbolistas, en particular a los miembros de la MSN, Lionel Messi, Luis Suárez y Neymar, cuya participación en el torneo está en duda por una lesión muscular.
El uruguayo y el argentino se mostraron relajados en el entrenamiento, contentos ante la calurosa bienvenida que les ha otorgado la afición japonesa.
“El Guangzhou es un equipo peligroso, tiene a Luiz Felipe Scolari, a jugadores brasileños y han dado una sorpresa. Eliminó al América en cuartos”, dijo Sergio Busquets, el jugador que atendió a los medios de comunicación.
“Espero que podamos imprimir nuestro estilo. Hemos venido a ganar el Mundial. Es una competición importante y muy difícil de conseguir porque antes tienes que ganar la Champions”, añadió el mediocentro.
“Lo más importante es combatir el jet lag y asegurarnos de que estamos preparados, peros sabemos que no será fácil”, concluyó.
Tras el entrenamiento los jugadores posaron brevemente con los aficionados y firmaron autógrafos, con Messi y Andrés Iniesta provocando las mayores ovaciones de los 200 hinchas que se acercaron a seguir la sesión.
El Barcelona llega al Mundial de Clubes tras sumar tres empates consecutivos, el último el sábado frente al Deportivo (2-2) el sábado. Luego voló 10.700 kilómetros (13 horas) para aterrizar tres días antes del partido frente al Guangzhou.
Si gana al campeón de Asia en la final del domingo se encontraría con el vencedor de la primera semifinal, el miércoles en Osaka, entre el River Plate y el Sanfrecce Hiroshima, sorpresa de la competición.