Sin embargo añade, “no se compraron votos para obtener la organización de la Copa del Mundo de fútbol 2006”.
Es la primera vez que el legendario futbolista alemán reconoce un error en el escándalo que sacude su país desde hace 10 días.
Pero el exjugador del Bayern Múnich no ofrece ningún detalle sobre este “error”, ni la naturaleza ni el montante de la subvención de la FIFA, ni sobre la “proposición” de la comisión de finanzas de la FIFA.
El semanario Der Spiegel publicó que el Comité de candidatura alemán creó un fondo de dinero negro que sirvió para comprar votos y llevarse la organización de la Copa del Mundo de hace 9 años, llamada en Alemania Cuento de Verano al transformar el país más allá del fútbol.
La Federación Alemana de Fútbol (DFB) rechazó estas acusaciones pero reconoce que hubo un pago de 6,7 millones de euros a la FIFA.
Franz Beckenbauer, en primera línea en este caso como presidente del comité de organización, explicó en su declaración que este lunes fue escuchado por la comisión de investigación externa de la DFB en Múnich.
El Kaiser denunció el comportamiento “a veces incalificable” de algunas personas implicadas en este caso y asegura que, al contrario de ellas, él no hablará de más.
El presidente de la DFB, Wolfgang Niersbach, había asegurado que no hubo una caja negra y que no se pagaron sobornos.
Según Niersbach, Blatter y Beckenbauer tuvieron una reunión en enero de 2002 en la que el presidente de la FIFA habló de una subvención de 170 millones de euros para ayudar a Alemania a organizar el Mundial 2006.
El presidente añadió que la comisión de finanzas de la FIFA reclamó 6,7 millones de euros para desbloquear la subvención, una suma que fue pagada por el expatrón de Adidas, Robert Louis-Dreyfus, fallecido en 2009.
Alemania ganó la elección por 12 votos a 11 a Sudáfrica, después del sorprendente no-voto del neozelandés Charles Dempsey en la última ronda de votaciones.
En el campo, la Copa del Mundo 2006 fue ganada por Italia, en una final dramática ante Francia, marcada por la retirada del fútbol de Zinedine Zidane, tras ser expulsado por golpear con la cabeza a Marco Materazzi.
El torneo permitió a los alemanes mostrar la pasión por su país por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial.
En el mundo entero se alabó la Copa del Mundo por la hospitalidad de los alemanes y su perfecta oraganización.