Pero el que más sufrió fue el Barcelona, que está viviendo unos días complicados tras empatar 1-1 ante la Real Sociedad el domingo después de firmar un pésimo encuentro. El equipo de Luis Enrique tenía que dar un puñetazo encima de la mesa antes de recibir al Real Madrid y no lo consiguió.
Con un equipo plagado de suplentes y canteranos, el conjunto blaugrana no supo superar al Hércules, que estuvo a punto de llevarse el partido en un duelo en el que primó el orden de sus jugadores. El tanto en el minuto 52 de David Mainz asustó al Barcelona, que, gracias a un cañonazo de Carles Aleñá salvó los muebles. Luis Enrique tendrá trabajo, le esperan dos días para recuperar la moral de sus jugadores.
Peor le fueron las cosas al Málaga. El Córdoba, que estrenaba entrenador en la figura de Luis Carrión tras la destitución de José Luis Oltra este fin de semana, regaló una victoria al técnico catalán.
El equipo de Juande Ramos pecó de conformismo y se llevó un 2-0 peligrosísimo para la vuelta. Borja Domínguez y Rodri, con sus dianas, aprovecharon la aparente docilidad de un equipo que tendrá que remontar dos goles si quiere alcanzar los octavos de final.
En el estadio Santiago Bernabéu, el Real Madrid confirmó su pase a los octavos de final de la competición. No hubo sorpresas y la Cultural Leonesa volvió a sufrir una goleada tras el 1-7 de la ida. Los suplentes del conjunto blanco no perdonaron y endosaron un 6-0 contundente a su rival.
El nombre propio de la noche fue el dominicano Mariano Díaz, que marcó un triplete y confirmó que en la cantera madridista hay un jugador de calidad. También brilló Enzo Zidane, que, con su padre en el banquillo, debutó en partido oficial con un buen gol y una actuación interesante en la segunda parte. Al final, todos acabaron contentos en el Bernabéu y el Real Madrid afrontará con moral el clásico ante el Barcelona del próximo sábado.