“Una victoria en el Bernabéu no descartaría al Madrid pero sería un golpe importante”, aseguraba el domingo el lateral azulgrana Jordi Alba a la radio Onda Cero tras la victoria 4-0 sobre el Deportivo de La Coruña en el campeonato español.
Los catalanes llegan al encuentro contra el Real Madrid líderes del campeonato con 11 puntos de ventaja sobre los blancos, aunque estos con un partido menos, por los que una victoria situaría al Barsa a un cómoda ventaja del eterno rival.
“Siempre es bueno llegar a partidos estando por delante. Significa que estamos en buena situación”, dijo el técnico azulgrana, Ernesto Valverde, ante un encuentro que se jugará a la tempranera hora de las 6 para amoldarse a los mercados asiáticos.
Nada es definitivo
No obstante, Valverde advirtió que “nada es definitivo, sé que la gente se fija mucho sobre la diferencia que llevamos con el Real Madrid, pero el Atlético está a 6 puntos y todavía independientemente de lo que ocurra el sábado, quedará un mundo para terminar la Liga”.
El Barsa, que reservó a Sergio Busquets el domingo de cara al sábado, no podrá contar para el clásico con su delantero Paco Alcácer, que sufrió una lesión muscular en el partido contra el Depor.
Tampoco parece probable que Valverde vaya a recuperar al francés Ousmane Dembelé, con el que prefiere no arriesgar y afirma esperar para enero.
Si el Barsa llega líder, el Real Madrid afronta el encuentro con la moral por las nubes tras ganar el Mundial de Clubes, su quinto título de la temporada, con destacada aportación de Cristiano Ronaldo, que el sábado mantendrá su habitual batalla con el argentino Leo Messi.
“Es bueno llegar de esta manera (al clásico)”, afirmó Zidane tras la final del Mundialito contra el Gremio de Porto Alegre (1-0).
La principal duda para el técnico blanco será, de nuevo, el galés Gareth Bale, que tuvo minutos en los partidos contra Al Jazira y Gremio en el Mundial de Clubes.
¿Pasillo o no pasillo?
Zidane deberá decidir si lo coloca de inicio para tener a su trío atacante ‘BBC’ o si, de nuevo, lo deja en el banquillo para empezar, lo que le permitiría seguir contando con Isco.
A una semana del partido cumbre de la semana, la polémica ya ha surgido en la forma de si el Barsa hará el pasillo de honor al Real Madrid tras su victoria en el Mundial de Clubes.
Cristiano Ronaldo pidió este pasillo después que los blancos hayan ganado su segundo Mundialito consecutivo, pero el director de Relaciones Institucionales barcelonista Guillermo Amor ya dijo que no, alegando que el Barsa sólo hace el pasillo al ganador de competiciones en la que él mismo participa.
A ello se une que el partido entre el Barsa, tradicionalmente identificado con la identidad catalana, y el Real Madrid encarna un enfrentamiento simbólico entre nacionalismo y centralismo que tendrá lugar apenas dos días después de las elecciones regionales catalanas, marcadas por las tensiones independentistas.