El joven prodigio de apenas 17 años, que ya ha debutado con la selección absoluta española, se mostró a la altura acompañando en el ataque azulgrana a Antoine Griezmann y a Leo Messi, con el que se entendió a la perfección.
No solo provocó el penal que transformó el astro argentino para hacer el 3-0, sino que ambos se asistieron mutuamente en varias ocasiones como el pase al área de Fati a Messi, que falló por poco un globo por encima del meta Sergio Asenjo.
Ambos fueron una pesadilla para la defensa de un Villarreal incapaz de parar el vendaval azulgrana.
‘Llegado para hacer algo grande’
“El joven atacante se ha ganado un sitio en la codiciada delantera azulgrana. Ya es uno más del primer equipo y lo ha conseguido por mérito propio”, escribió este lunes el diario deportivo madrileño Marca.
El Barsa había saltado al césped del Camp Nou, vacío por la pandemia, con la presión de los dos goles marcados horas antes por Luis Suárez en su estreno con el Atlético de Madrid, tras dejarlo marchar del club azulgrana prácticamente a coste cero.
“Pero rodó el balón y Ansu Fati confirmó que ha llegado al fútbol para hacer algo grande”, escribe este lunes el columnista del diario AS Alfredo Relaño.
“Su profundidad ha sido enorme en banda y hemos aprovechado bien sus cualidades”, aseguraba Koeman tras la goleada al Villarreal.
El joven extremo izquierdo fue un cuchillo con su velocidad y desborde por ese costado hasta que fue sustituido en el minuto 70 por Ousmane Dembélé, que volvió a jugar diez meses después en partido oficial, tras superar la rotura de un tendón en el bíceps femoral.
Se augura una pugna entre los dos ‘velocistas’ español y francés por ese puesto en la delantera junto a Messi y Griezmann, aunque Koeman recordaba el sábado que la temporada es larga y va a necesitar de todos sus hombres de ataque.
‘Mejorar cosas’
“Necesitamos a todos los delanteros que tenemos, tenemos gente arriba con mucha calidad, vamos a afrontar muchos partidos esta temporada, creo que ninguno puede jugar todo los partidos, hay que cambiar para tener gente fresca”, explicó el técnico holandés.
Contento con Ansu Fati, Koeman también trata de rebajar la presión sobre él recordando que “tiene sólo 17 años y tiene que mejorar cosas. Tiene que buscar regularidad en su juego y en su rendimiento”.
Pero muchos consideran que hay que remontarse al menos a mediados de los años 1990 para recordar la entrada con esta fuerza de un jugador tan joven, remitiendo a la eclosión del mito del Real Madrid Raúl González Blanco, también con 17 años.
“El Barça de Koeman no girará sólo alrededor de Messi. Pivotará también sobre un crío de 17 años que en el campo habla como si fuera un veterano con cientos de partidos en sus botas”, afirmó este lunes el diario Mundo Deportivo.
Y es que el joven jugador azulgrana, que apenas consiguió su ficha del primer equipo la pasada semana, parece haber llegado para quedarse en el nuevo proyecto culé, que parte con la dura misión de borrar la mala imagen de la temporada pasada.
El primer paso hacia ese objetivo dejó un buen sabor de boca, ahora toca mantener la marcha.
