Es un torneo que no admite errores, menos aún superada ya la fase de grupos, y que exige la versión más potente del Atlético, el actual subcampeón de la competición y el favorito en su eliminatoria de octavos contra el Bayer Leverkusen, su buen fútbol ofensivo y el talento del turco Hakan Çalhanoglu y su precisión a balón parado.
Su prioridad en los pronósticos por momento, fiabilidad, juego y plantilla, además de por ser el campeón y el actual tercer clasificado de la Liga española, es una presión nueva para el Atlético en la Liga de Campeones. No la sintió antes de ninguno de sus cruces del curso pasado contra Milan, Barcelona y Chelsea.
Sin Koke Resurrección, baja por tercer encuentro consecutivo por una rotura fibrilar sufrida hace dos semanas y media, y con la duda del turco Arda Turan, dolorido por una contusión en el muslo derecho, pero incluido dentro de la convocatoria de 22 jugadores, los números y las sensaciones avalan al Atlético rumbo a Alemania.
No sólo porque no ha recibido ningún gol en sus últimos cinco encuentros de la Liga de Campeones o se impuso con rotundidad en su grupo del torneo, sino también por el actual momento de su pareja de ataque Mandzukic-Griezmann, con catorce goles en la docena de duelos de 2015, con especial protagonismo para el desbordante jugador galo, que ha firmado seis tantos en los últimos seis choques oficiales.
Turán, en duda
Los dos formarán de nuevo el ataque rojiblanco este miércoles, en una alineación pendiente de Arda Turan, con Saúl Ñíguez como alternativa en el once si el turco no se recupera a tiempo, y con una sola novedad respecto al último encuentro contra el Almería: Raúl García, de vuelta al equipo titular después de tres partidos.
Ahí seguirán Tiago Mendes y Gabi Fernández, en el medio centro; Juanfran Torres, Joao Miranda, Diego Godín y Guilherme Siqueira, en la línea defensiva; y Miguel Ángel Moyá, en la portería, para la visita a Leverkusen. Fernando Torres se estrenará con el Atlético en la Liga de Campeones, aunque empezará el partido como suplente.
Enfrente estará un Bayer Leverkusen en horas bajas, después de que, en la segunda vuelta de la Bundesliga, su fútbol agresivo no ha dado los resultados ansiados, lo que ha llevado a que el equipo esté por debajo de las posiciones de la Liga de Campeones.
En los últimos seis partidos, sólo ha logrado una victoria. Ante el Wolfsburgo, el rival de mayor envergadura de cuantos ha tenido en las semanas recientes, completó un segundo tiempo espectacular en lo ofensivo pero al final cedió una derrota en casa por 4-5.