“Los dos clubes atraen a aficionados de la misma parte del norte de Londres. Las familias y los compañeros están divididos entre los dos clubes”, explica Martin Cloake, autor de una obra histórica sobre el Tottenham.
“No puedes atacar a tu familia”, explica Ian Marshall, presidente del pequeño club de Ridgway Rovers, donde David Beckham y Harry Kane dieron sus primeras patadas al balón. Marshall se acuerda de su tío, que intentó convertirle en hincha del Arsenal durante toda su infancia. No lo consiguió y sus dos hijos han heredado su amor por el Tottenham, para su alivio.
“Puede haber odio. Aunque más bien se trata de desamor”, continúa Martin Cloake. “Todos conocemos a aficionados del Arsenal con los que nos entendemos bien”, señala.
“Odio este partido”
Si Cloake estima que este derbi es 'el' partido en el que no se debe fallar, Peggy Goudling admite que no le gusta.
“Odio este partido”, afirma esta presidenta de un club de hinchas del Arsenal. “La primera vez que fui a White Hart Lane, aficionados del Tottenham nos esperaban fuera y nos lanzaron ladrillos y botellas. Fue agredida tres veces saliendo del campo del Tottenham, mientras andaba por la calle”, cuenta.
“Creo que no existe nada comparable a un partido Arsenal-Tottenham”, añade esta mujer de 78 años.
“Hay mitos y leyendas que han surgido con el tiempo y que añaden alicientes al derbi”, se divierte por su parte Martin Cloake.
¿Qué hubiera pasado si el Arsenal se hubiera quedado en Woolwich? Fundado al sur del río Támesis por obreros de fábricas de armamento, los 'Gunners' se mudaron en 1913 al muy poblado barrio de Highbury, para tratar de ganar respaldo popular.
A apenas unos kilómetros del corazón del Tottenham, club que cuenta históricamente con muchos seguidores entre las comunidades judías instaladas en el norte de la capital británica, muchas de ellas nacidas a principios y mediados de siglo de las persecuciones en Rusia y en toda Europa.
“Creemos que el Arsenal no es un equipo de verdad del norte de Londres. El auténtico derbi del norte sería un Tottenham-Leyton Orient. ¡Eso les enfada!”, vuelve a lanzar un dardo Martin Cloake.