Las comunicaciones entre el árbitro principal y sus asistentes de video seguirán siendo confidenciales, pero la decisión final se explicará al público.
“Pensamos que es importante en términos de transparencia, sobre todo para los aficionados en el estadio, que actualmente no reciben suficiente información sobre estas decisiones”, indicó Bullingham al salir de la reunión.
En cambio no se alcanzó un acuerdo para permitir a partir de la próxima temporada los cambios temporales en caso de conmoción cerebral, una medida solicitada por el sindicato mundial de futbolistas FIFPro y el World Leagues Forum, que representa 40 ligas profesionales.
La medida actual que prevé sustituciones definitivas se mantiene sin límite de tiempo.
Los partidarios de los cambios temporales, como ya se hace en el rugby, defienden que esto facilitaría la toma de decisión de sacar a un jugador del terreno de juego, dando más tiempo a los médicos para decidir si el futbolista puede continuar jugando o no, sin que su equipo tuviera que jugar en inferioridad durante ese tiempo.
“Existen diferentes puntos de vista y todos son defendibles”, admitió Bullingham, partidario de la medida.