Y es que nada más ni nada menos, el Al Ahly es el “club africano del siglo” XX, según la CAF, puesto que es el equipo más exitoso de África con 24 títulos continentales.
Asimismo, también es el club más laureado en lo que llevamos de siglo XXI: 41 títulos en los últimos 23 años le sirven para superar al Bayern de Múnich y al Lincoln Red Imps de Gibraltar, con 40 copas cada uno.
En el Mundial de Clubes ha participado un total de siete veces, tres de las cuales ha obtenido el bronce, su máxima marca en esta competición, de las pocas que se le resisten al coloso egipcio.
En 2006 fue derrotado en semifinales por el Internacional brasileño y venció al América mexicano en el duelo para el tercer puesto; en 2020 fue eliminado por el Bayern (0-2) y consiguió el bronce en los penaltis contra el Palmeiras.
La última participación del Al Ahly en este torneo fue en 2021, cuando el mismo Palmeiras se tomó la revancha en semifinales y, en el partido para el tercer puesto, el cuadro egipcio fulminó al Al Hilal saudí por 4-0.
Esta será la primera vez que el equipo egipcio se enfrenta a un club español en esta competición, de la que ha superado dos etapas tras vencer al Auckland City FC de Nueva Zelanda en la primera ronda (3-0), y al Seattle Sounders FC norteamericano en la segunda (1-0).
El Al Ahly, el eterno favorito para alzar cada año la Premier League egipcia, vuelve a estar en un buen momento de forma tras dos temporadas decepcionantes que causaron un enfado generalizado entre la afición.
En los dos últimos años se le ha escapado la liga: en 2020 la conquistó el Zamalek, su eterno rival, con cuatro puntos de diferencia; mientras que en 2021 el Al Ahly quedó relegado a la tercera posición de la tabla, un drama que provocó el despido del cuerpo técnico del portugués Ricardo Soares.
Getting ready in Rabat 💪🏻🦅#ClubWC#YallaYaAhly pic.twitter.com/T9xvfNZOhZ
— Al Ahly SC 🇬🇧 (@AlAhlyEnglish) February 6, 2023
Y es que Egipto, y El Cairo en particular, se respira en cada momento el Al Ahly: muchos de los coches portan una pegatina con su escudo, las cafeterías están a rebosar cada vez que juega un partido, y los aficionados se sienten ofendidos si se les dice que su club del alma no es rival para el Real Madrid.