En el partido con mayor rivalidad del balompié danés, los fanáticos del Brondby le lanzaron cuatro roedores muertos al delantero Benjamin Verbic y a su compañero Ludwig Augustinsson, jugadores del Copenhage que se disponían a lanzar un tiro esquina en los últimos minutos del partido.
Augustinsson se aterrorizó cuando la primera rata cayó frente a él y luego, con ayuda de Verbic, comenzó a patearlas fuera del campo de juego. Algunos guardas de seguridad colaboraron para hacer frente a la lamentable situación.
En un comunicado, el club condenó la iniciativa de sus fanáticos. Troels Bech, director deportivo, expresó su enojo por el incidente: “Estamos molestos por la derrota, pero más desafortunado es que haya algunos aficionados que no puedan comportarse correctamente. Vamos a revisar el material de video y entablar un diálogo con los seguidores para identificar a la persona adecuada y asegurarnos de que no ingrese más al estadio”.
Por otra parte, el sueco Ludwig Augustinsson utilizó su cuenta de Instagram para desquitarse del pésimo momento que le hicieron pasar los hinchas del Brondby y publicó una imagen del personaje Ratatouille con la etiqueta “victoria en el derby”.