El único tanto fue obra del atacante del Lille Éder (109), quien había ingresado en lugar del volante Renato Sanches, con un fuerte remate al palo derecho del portero francés Hugo Lloris.
Antes de su lesión, Cristiano había empezado pisando fuerte. Fue el primero en saltar al terreno de juego en el calentamiento y fue directo hacia el fondo donde estaba la afición de su país, a la que aplaudió e hizo un gesto de complicidad.
Poco podía imaginar que su final iba a acabar casi antes de empezar, cuando iba a recibir un fuerte golpe de Dimitri Payet en el minuto 8.
Tras el choque estuvo un tiempo tendido en el suelo, golpeó el césped con la mano con gesto de dolor, pero pudo continuar tras ser atendido por los médicos. En el 17 volvió a ser atendido por los médicos y estuvo un tiempo fuera del terreno, para que le vendaran la rodilla.
Se reincorporó al juego, hasta que en el 25 pidió el cambio, se tiró al suelo y fue sacado del campo en camilla, sin poder contener las lágrimas, mientras Ricardo Quaresma entraba en su lugar, con 0-0 en el marcador.
Se quitó el brazalete de capitán, que fue para su compañero del ataque, Nani.
Griezmann siguió la imagen desde la distancia.
Antes incluso del choque de Payet con Cristiano, el jugador del Atlético de Madrid había tenido la primera gran ocasión del partido, cuando recibió de Moussa Sissoko en el área, aunque algo ladeado y su tiro se fue fuera.
En el 10, Griezmann tuvo una buena ocasión a centro de Olivier Giroud, pero el arquero Rui Patricio despejó.
Desde el minuto 25 y la sustitución de Cristiano por Quaresma, el pulso a distancia entre las estrellas de ambas selecciones fue un monólogo, aunque Griezmann tuvo muchos problemas en esta ocasión para buscar espacios entre la defensa portuguesa, muy organizada.
Ocasiones contadas
En la segunda mitad, Griezmann tuvo su primer intento con cierto peligro en el 58, con un disparo cruzado raso que detuvo Rui Patricio.
Su mejor ocasión del partido llegó en el 66, con un centro de Kingsley Coman que conectó Griezmann de cabeza, enviando fuera por muy poco.
Griezmann fue vital para remontar ante Irlanda (2-1) en octavos y para ganar a Alemania (2-0) en semifinales, en ambos casos con un doblete, pero esta vez no estuvo muy visible cuando su equipo más le necesitó.
Cristiano Ronaldo, cojeando, vibró en la prórroga como un seguidor más y festejó la victoria como si fuera su primer trofeo, por las ganas acumuladas de hacer algo grandes con la Selecao.
Griezmann, doble subcampeón europeo, tendrá que esperar a una mejor ocasión. La próxima temporada volverá a cruzar sus caminos con Cristiano Ronaldo en la Liga española y la Liga de Campeones.
Para sacarse esta espina con Francia, el atacante galo tendrá que esperar ya al Mundial de Rusia-2018, donde Cristiano buscará confirmar la hazaña portuguesa del Stade de France.