“Por suerte los cálculos que teníamos fueron erróneos. Nunca pensamos que en estos momentos lograríamos estar en esa posición. Cuando terminó el año competitivo pensamos estar en un lugar alto, pero no tan alto como estamos ahora”, dijo en entrenador nacional, quien tiene a su cargo una de las selecciones más exitosas en el ámbito deportivo.
“Es algo lindo que nos satisface y nos engrandece como país. Algo muy importante es que debemos tener los pies sobre la tierra, porque sabemos que hay compromisos grandes que viene por delante, como la participación al Juegos Panamericanos de Toronto de este año y la clasificación a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016.
Solís reconoce que la lesión que sufrió Kevin Cordón estuvo a punto de dejarlo fuera de este deporte, incluso los médicos no descartaron que el jugador podría quedar con la rodilla lesionada, pero la fe en Dios y el trabajo de los médicos, sumado al trabajo constante de recuperación del jugador, lo tiene nuevamente en la cima.
“Uno de los doctores me dijo que él no podía seguir jugando y lo peor, Kevin quedaría con algún tipo de dificultad en su rodilla. Era una tristeza muy grande. Pero nunca perdimos la fe. En ese momento que me habló el doctor, recuerdo bien que llamé a mi esposa y le comenté; pero ella me dijo que tuviera fe y que Dios todo lo podía hacer. El milagro está hecho y estamos motivando al jugador escriba un libro sobre su vida, es una tarea que se dará algún día”, agrego el adiestrador.
“Me siento orgulloso por la humildad y la sencillez de mis jugadores. Estoy seguro que aunque alguna vez ganemos una medalla olímpica, los chicos seguirán siendo los mismo: humildes, sencillos y guerreros dentro de la cancha”, agregó Chema.
Kevin Cordón inició el 2015 con gran ritmo. A principios de marzo ganó el Abierto Internacional Series de Lima, Perú; y el domingo último revalidó el título de la tercera edición del Mercosul Internacional de Brasil.