El nuevo proyecto Sub 23 de la mano de Julio Urías empezó hace cuatro meses y el tiempo de recorrido de los 20 kilómetros que maneja el grupo se encuentra muy bien, por debajo de la hora y 26 minutos que se requiere para clasificar a
Londres.
Las dobles jornadas de entrenamiento han sido parte de la estrategia de Urías. El buen humor, la unidad y el compañerismo es el complemento perfecto para los atletas que se alistan para representar a Guatemala.
José Raymundo, marchista nacional
“Con cuatro meses que tenemos de entrenamientos la prioridad no es la Copa Centroamericana, sino clasificar al campeonato mundial y, obviamente, a los Juegos Centroamericanos de Managua, en diciembre”, dijo Urías.
Metas claras
Aunque el ciclo olímpico recién inicia, los marchistas tienen la meta puesta en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, y si bien será un recorrido largo, la motivación es tal que no descansarán hasta lograrlo.
Raymundo y Poncio vivieron en las olimpiadas de Río 2016 una experiencia única. En Tokio se visualizan en el podio, un sueño que parece lejano pero no imposible.
Una de las fortalezas de Raymundo es la experiencia adquirida a través de su corta pero exitosa carrera en la marcha olímpica.
“La experiencia que uno va adquiriendo en cada competencia te ayuda a ser mejor. En mi caso, he tenido competencias muy buenas y malas. Creo que se aprende más de las malas porque es cuando uno se da cuenta de lo que realmente va a soportar”, resaltó Raymundo.
José Raymundo, marchista nacional
El empezar el nuevo proceso con Urías y sus nuevos compañeros hace que Maritza Poncio se sienta feliz para afrontar los nuevos retos que se presenten, especialmente la clasificación al Mundial.
“Me siento dichosa y feliz de compartir con nuevos compañeros. Esto me motiva a seguir luchando porque veo que ellos vienen con el objetivo de salir adelante y yo también lo tengo que hacer”, confesó Poncio.
José Alejandro Barrondo, por su parte, quiere empezar a escribir su propia historia en la marcha, y aunque admite que su primo Érick es su inspiración, quiere ser reconocido por su desempeño en las competencias.
“Para mí, este año será de muchos retos, porque mi mayor anhelo y deseo es estar dentro de los mejores en este nuevo ciclo olímpico y sé que con mucha fe en Dios y en mí mismo lo voy a lograr. El apellido no me hace sentir presión. Aunque admiro bastante a Érick, quiero escribir mi historia con mis propios pasos”, señaló Barrondo.