El originario de San Benito, Petén, entre lágrimas compartió su primera experiencia en un certamen de talla mundial.
“Me siento bien por este resultado. Recibí mucho apoyo de mi familia, entrenadores, pero sobre todo de Dios, que sin él no somos nada y me alumbró el camino para llegar a esto”, expresó Martínez junto a la medalla plateada.
Léster recibió la invitación para participar en esa competencia y se emocionó cuando escuchó la notificación.
“La ansiedad me invadió desde el momento que me dijeron que íbamos a un mundial. No me lo esperaba, lo tomé como un reto y en los entrenos me esforcé más para poder destacar en el continente europeo”, afirmó el guatemalteco.
Con tan solo 17 años, Léster ha dejado un precedente en su corta carrera deportiva y ratifica que aún tiene mucho por avanzar.
“A la corta edad que tengo he cosechado muchos triunfos y se los quiero dedicar a Petén y a Guatemala, lugares que me han acogido. Sé que tengo mucho camino por delante; voy a seguir trabajando para poner el nombre de mi país en lo más alto”, refirió.
“He dado un paso importante dentro de mi carrera, deseo ir a los Juegos Olímpicos. Con trabajo y entrega se puede llegar a participar en esas justas, y con la convicción podemos salir triunfadores”, expuso el petenero, quien estuvo acompañado de sus padres, Hermelindo Martínez y Lucidia Tut.
Sale a escena
Las indicaciones del entrenador Julio González y la lucha del púgil nacional fueron factores que ayudaron a que se colgara la presea de plata.
“Cuando enfrenté al primer rival me sentía muy emocionado, fue mi primera vez en un mundial. Las cosas estaban para mí porque fui avanzando de a poco, hasta caer en la última pelea”, contó.
El domingo último en la noche, Léster fue recibido con gran emoción en el aeropuerto La Aurora, donde decenas de personas lo saludaron y felicitaron.
“Fue un gran recibimiento. Mi familia y amigos de Petén me estaban esperando, fue un momento muy bonito”, aseguró el boxeador.
sus primeros golpes
Martínez nació en Melchor de Mencos, en el norte del país, y creció en San Benito, junto a su familia.
A los 12 años empezó su práctica de boxeo en Santa Elena, Petén. Ese mismo año, Hugo Kilkán lo becó para el programa Sideporte, de Izabal, para que perfeccionara esta disciplina.
“He venido desde muy abajo, muchas personas a las que agradezco han intervenido en este proceso en el que sigo creciendo. La clave es ir paso a paso, está en que cada uno debe saber qué es lo que quiere y entregarse al máximo”, dijo Léster.
Su primera pelea fue en la categoría de 54 kilogramos, en el 2010, cuando se trasladó a la ciudad capital, y desde ese entonces ha estado en el boxeo.
Autoridades deportivas celebraron ayer un evento especial, donde se reconoció la labor del petenero en el país euroasiático, donde consiguió ser el segundo mejor del mundo.
Martínez recibió un incentivo económico de parte de la Federación de Boxeo, así como dos distinciones de parte de la Confederación Deportiva Autónoma de Guatemala.