La sala tiene una enorme ventana que enmarca un paisaje verde con una súbita llovizna, el cual roba repentinamente la mirada del tirador nacional, mientras rebobina los acontecimientos del mejor año de su carrera como atleta, hasta hoy.
“Definiría este año como el mejor de mi carrera. Estoy súper agradecido con Dios por todo lo que me dio”, expresa Quique, en el momento en que se acerca su esposa Cristi, con el pequeño Jean Paul en brazos.
Con sus hijos y esposa reunidos y observando la entrevista, sale a relucir una de las características de la familia Brol Cárdenas, pues el soporte de los seres queridos ha sido vital en cada una de las etapas, tanto en la vida de Enrique como en la de sus hermanos Hebert y Jean Pierre, también grandes tiradores destacados en el ciclo olímpico.
Es entonces cuando Fernando Enrique recuerda los sacrificios que hizo en el 2015, pero que a su vez, le valieron lograr la clasificación a los Juegos Olímpicos de Río 2016, subir al podio en una copa del mundo —segundo lugar— y colgarse una medalla —bronce— en los Juegos Panamericanos de Toronto 2015, mismo evento en el que su hermano Hebert conquistó la medalla de oro en la prueba de doble fosa olímpica.
“Lo más difícil es estar lejos de tu familia, por cuestiones de entrenamientos y viajes para competencias, que a veces son muy lejos —la copa del mundo fue en Chipre, en abril—”, reconoce el hermano mayor de los Brol. Su esposa asiente con una mirada comprensiva, y sonríe.
El esfuerzo diario le ha ayudado a Enrique a perfeccionar su técnica, su fe en Dios es el eslabón más importante en su día a día y su familia es la inspiración que lo motiva a seguir adelante en cada amanecer.
Además, el siempre presente recuerdo de su padre Fernando —q.e.p.d.—, más que el vacío de su ausencia, representa un motivo para seguir luchando por sus sueños y extender su legado en este deporte, que ha sido dominado ampliamente por su familia desde sus inicios.
Sueño olímpico
A las puertas de un año que se prevé como emocionante por los retos que trae consigo, Quique está a la expectativa de lo que serán sus primeras justas olímpicas, a donde también está clasificado Hebert.
En Londres 2012, fue el hermano menor, Jean Pierre, quien representó representó al país, y para continuar con la tradición familiar en el tiro, sus hermanos serán los encargados en el 2016 de dar su mayor esfuerzo en nombre de Guatemala.
Precisamente en la última edición de los Juegos, Guatemala logró su primera medalla olímpica en la historia, por medio del marchista Érick Barrondo, y Enrique Brol, con mesura, se permite soñar con la segunda insignia.
“Yo pienso que es bien posible, porque ya logramos estar en lo más alto de las competencias. Por supuesto que las presiones son distintas, pero sabiendo lo que se viene y que hay que mentalizarse en los Juegos. También tenemos que tener un equilibrio para no estar presionados desde ya”, asegura el atleta de 36 años.
FICHA TÉCNICA
Nombre: Fernando Enrique Brol Cárdenas.
Fecha de nacimiento: 9 de octubre de 1978 —37 años—.
Su recorrido en el ciclo olímpico ha sido muy exitoso, pues ganó medalla de oro por equipos en doble foso en los Juegos CA y del Caribe de Veracruz 2014. En Cartagena 2006, conquistó la presea de plata en la prueba individual de doble foso; en este mismo evento se adjudicó el bronce por equipos en doble foso —junto a Hebert Brol y Carlos Wever—.
Ocupó el tercer lugar por equipos en foso olímpico en los Juegos CA y del Caribe de Maracaibo 1998 y obtuvo el primer lugar en los Juegos Centroamericanos y del Caribe en Guatemala 2006, en la prueba de doble foso.
En Juegos Panamericanos, Brol logró su primera presea en Toronto 2015, cuando conquistó el tercer lugar —bronce— en doble foso masculino, misma prueba en la que su hermano Hebert subió a lo más alto del podio.
En la Copa del Mundo de Chipre, en el mes de abril, Enrique logró su más grande reconocimiento al conquistar la medalla de plata.
Asistirá a sus primeros Juegos Olímpicos, en Río 2016, después de haber sellado su clasificación en la copa disputada en Chipre.