La vida del tirador de los ojos azules ha ido en ascenso, desde el 2002, cuando comenzó su participación en el Ciclo Olímpico, ha alcanzado la gloria y ha tenido que sufrir cuando un plato ha definido las medallas.
El tirador se inició en el deporte, a los 18 años.
En el ciclo olímpico comenzó en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de El Salvador, en el 2002.
Sus primeros panamericanos se celebraron en Santo Domingo 2003, donde terminó en la quinta posición.
En el 2007 participó en las justas de Río de Janeiro. En muerte súbita perdió las medallas y finalizó en la cuarta casilla.
Hace cuatro años, en Guadalajara, ganó la cuarta medalla de oro para Guatemala, para el tiro.
La competencia la terminó con un plato más que el colombiano Danilo Caro —145—.
Nuevo reto
Pierre, ahora más maduro, con 32 años, llega a sus cuartos Juegos Panamericanos como todo un conocedor, con una escopeta casi nueva —con la anterior ganó las justas en México, en el 2011— y sin conocer la cancha en la que se tendrá que enfrentar a los mejores del continente. A la mayoría ya los conoce, se ha enfrentado a ellos en República Dominicana, Río de Janeiro y México. Además coincidió con algunos en los Olímpicos de Londres 2012, sus primeros olímpicos, y ahora buscará la marca para Río 2016.
El cambio de arma se debe a que busca una de última generación, con la cual espera proteger el título que logró en Guadalajara, en una jornada épica en la que solo falló cuatro disparos de los 150. Además, uno fue la diferencia entre el oro y la plata.
Cuatro años más tarde todo será distinto para Pierre —13 y 14 de julio compite— en las canchas canadienses. Todos los tiradores llegarán con las mismas condiciones, ya que el polígono es nuevo y no saben de las condiciones del viento o de lo que se puedan enfrentar.
“Será una buena cancha, porque es en Canadá. Tendremos una gran competencia”, dice Pierre, quien viajó ayer junto a los otros tiradores de armas de caza.
Brol es una de las cartas claves para Guatemala. Es un tirador importante, el actual campeón panamericano que de un quinto puesto en Santo Domingo —2003— llegó a estar primero en el podio. Ahora su gran reto será volver a tener la tirada perfecta para continuar como el monarca del foso, una especialidad a su medida.