Deporte Nacional
Dato Histórico | Mario Campollo Sarti marcó época junto a Edin Roberto Nova y Leonardo Obispo
El guatemalteco Mario Campollo Sarti vivió grandes momentos en el ciclismo en la década de 1980; es un hombre multifacético y que ahora disfruta de la aventura como destacado chef.
En el orden Edin Nova, Celestino Santos, Campollo, José Víctor Campos y Leonardo Obispo García. (Foto Carlos Morales Chacón).
Algunos hechos marcan la historia del ciclismo en diferentes épocas. Una de las novedades de los años 1980 fue la captación de nuevas figuras en el recordado circuito del Aeropuerto La Aurora, que reunía a niños, jóvenes, padres de familia y amigos, que tenían una convivencia total, pero que proyectó a figuras como quienes posteriormente fueron ciclistas de élite y seleccionados nacionales, Mario Campollo Sarti y Max Eduardo Leiva.
Campollo Sarti, ahora de 59 años y reconocido internacionalmente como un prestigioso chef guatemalteco, dio sus primeros pedalazos junto a Leiva, en su área, la zona 15. Empezó sin ningún conocimiento sobre el tipo de bicicleta. Tuvo una con llantas normales de esos años.
Después, con un vehículo más formal, inició sus recorridos en uno de los tramos preferidos de los corredores, la Vuelta al lago de Amatitlán. Conocimos a Rubió (Julio), Blas (Quaglieri) y Sosa (Fernando). Posteriormente, ambos fueron invitados para asistir los martes y jueves al velódromo de la zona 13.
Los circuitos en el Aeropuerto también resultaron útiles para impulsar sus carreras. Ya con bicicleta con tubular fueron motivados a correr en la cuarta y tercera categorías. “Mostramos buenas condiciones desde el principio”, recuerda Mario.
Equipo Rosa
El tiempo avanzó y tanto Campollo como Leiva continuaron con su superación ciclística. En las carreras dominicales surgió el equipo Rosa, que se identificó por el suéter de ese color. Seguidamente formó filas del Pan Pavailler. Con solo 15 años, Campollo Sarti formó el pelotón de su primera Vuelta de la Juventud, 1981.
Un año después volvió a competir en esa carrera. Aún lamenta su tardía reacción en el cierre de esa vuelta, que finalmente se llevó el recordado Juan Torres porque atacó tarde y quedó a segundos del campeón en esa ocasión. “Son los momentos del ciclismo y porque no tuve la orientación debida en esa ocasión”, refiere. Al final completó cuatro vueltas chicas. La última, en 1984.
Ese mismo año, Mario compitió en la fiesta grande de nuestro ciclismo, la Vuelta a Guatemala, con el Atala-Vecesa “A”, junto a Víctor Manuel Castañeda, Amílcar Quicibal y Erwin González. Llegó la Vuelta de 1985, que sería la segunda y última en la cuenta de Mario Campollo, quien estuvo con Pinturas Fuller Waldmar a la par de Max Eduardo Leiva y Hernando Miranda.
Seleccionado
En su corta participación como ciclista competitivo, aunque su alianza con la bicicleta duró 23 años, Campollo Sarti participó como seleccionado nacional en diferentes pruebas, como los Juegos Panamericanos, en los que formó equipo con Edin Roberto Nova, Leonardo Obispo y Brígido Lechuga.
Formó parte de la selección nacional que animó la Vuelta al Lago en Maracaibo, Venezuela, junto a Max Eduardo Leiva, Julio Illescas, Nery Antonio Pineda, Amílcar Quicibal y Jesús Cuque, así como del Festival Olímpico Mexicano.
Mario continuaba con otra pasión, la preparación de comida, y en 1986 tuvo la oportunidad de viajar a Italia a perfeccionarse en la cocina, con lo que tomó la decisión de apartarse del ciclismo competitivo. “Elegí ir porque era una buena oportunidad, y la cocina fue mi modo de vida”, recuerda Campollo.
Durante esos años en Italia tuvo la posibilidad de competir en carreras de tipo amateur, pero no descuidó los estudios de cocina. Al terminar ese tiempo en dicho país se unió en 1990 al Hotel Camino Real, en donde trabajó durante 10 años.
“En ese 1990 tuve la oportunidad de participar en el ciclismo de montaña. Fue otro tipo de experiencia”, relata. Tras dejar el Camino Real se vinculó con Hotel Casa Santo Domingo. “Tengo 33 años de laborar en el Hotel”, indica.
Cuenta que durante su carrera como chef ha tenido la oportunidad de preparar comida para diferentes personalidades, como artistas, presidentes y hasta miembros de la realeza. También se presenta en diferentes países en los cuales es reconocido su talento.
El muchacho que dejó su corta huella como ciclista, deporte que lo llevó a competir de manera exigente, ahora brilla como uno de los destacados chefs de Guatemala.