Padilla hizo su primera aventura en mayo del 2013, pero no concluyó por problemas técnicos. En abril del año pasado se quedó a medias, debido un deslave trágico donde fallecieron varias personas.
“Siempre te acompaña un sentimiento de luto, por lo ocurrido en la expedición anterior. Es algo con lo que se debe aprender a vivir y reconocer que la vida es un instante por lo que debe aprovecharse cada momento”, manifestó la atleta.
La preparación de Padilla es muy exigente, todos los días inicia su entrenamiento con mil 500 metro de natación, luego realiza trabajo de fuerza en el gimnasio y además una vez por semana sube el volcán Acatenango.
La inspiración de Bárbara es su hijo Daniel Corzo de diez años y demostrarle a todas las mujeres guatemaltecas que son capaz de lograr cada una de las metas que se propongan.
La escaladora se ha propuesto escalar las 14 cimas más altas del mundo, el proyecto le tomará 10 años y entre ellas se encuentra la montaña K2 que se ubica en Asia y tiene una altitud de ocho mil 611 metros y la cual tiene previsto escalar en 2017.
“He ganado madurez y experiencia, lo cuál será clave para esta ocasión en el Everest”, finalizó Padilla.