Bárbara Padilla es un ejemplo claro de perseverancia, pues nunca se dio por vencida para cumplir con su propósito de llegar a la cumbre del Monte Éverest y hacer ondear la bandera de Guatemala en lo más alto del planeta.
Padilla después de cuatro intentos (uno por año), pudo cerrar con éxito la expedición que inicio el pasado cuatro de abril y conquistó la cima el pasado 18 de mayo. La montañista se siente contenta y satisfecha de alcanzar el reto luego de superar los obstáculos que se le presentaron los tres años anteriores.
“El ascenso es bastante peligroso y riesgoso. El verdadero gozo se siente ya estando acá en casa diciéndole a la gente lo logré”, expresó Padilla.
La pasión del montañismo le ha acompañado desde niña, pues cada fin de semana escalaba el Volcán de Pacaya junto a su padre Leonel Padilla y su tío Luis Padilla.
Bárbara tiene como objetivo convertirse en la primera mujer guatemalteca en conquistar las 14 cimas arriba de los ocho mil metros.
El llegar a la cima no es como todos piensan afirma Bárbara, pues ahí está solo la mitad del trayecto y viene otra parte más difícil que es el descender al campo base.
“Después de llegar a la cima, aún faltan tres o cuatro días para llegar al campo base y ya pueda decir que se está fuera de peligro. El estar arriba de los ocho mil metros se le llama la zona de la muerte es bien emocionante pero uno tiene que estar atento para descender sin ningún problema”, comentó la montañista.
“Me siento muy orgullosa de que mi entreno físico si estaba bastante fuerte y en óptimas condiciones lo que me permitieron un fácil ascenso y descenso. Hay cosas que aún puedo perfeccionar para montañas futuras”, agregó Padilla.
La montañista afirma que cada vez será más difícil alcanzar la cima del Monte Éverest pues estando en la montaña los daños del cambio climático son muy notorios.
Por último agradeció a los guatemaltecos que le apoyaron en su travesia al Éverest.
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