“La posibilidad existe en todo el mundo. No hay probabilidad, pero trabajamos como si existiera”, indicó Moraes en una rueda de prensa en Rio de Janeiro.
“Toda la cuestión de seguridad, inteligencia, información, incluyendo lo respectivo al terrorismo, preocupa en Brasil mientras sea el centro de atención por los Juegos Olímpicos, el mayor evento televisado de la historia de la humanidad”, subrayó.
Rio, que prevé la llegada de medio millón de visitantes durante los Juegos, reproducirá el plan de seguridad que ya fue aplicado con éxito durante el Mundial 2014.
“La población está absolutamente tranquila”, indicó Moraes. “La integración entre Rio y las cinco ciudades que recibirán partidos de futbol ya se realizó”, agregó.
Las autoridades desplegarán 85 mil policías y soldados en las calles de Rio durante los Juegos, más del doble de efectivos presentes en Londres 2012.
Entre el 22 y 24 de julio, explicó el ministro, los efectivos federales de seguridad comenzarán a trabajar en las instalaciones olímpicas, dejando a la policía a cargo del orden público.
Cerca de la bancarrota y ahogado por la recesión, el estado de Rio -responsable de la policía- aseguró que los salarios atrasados de los funcionarios de los servicios de emergencia, hospitales y otros empleados públicos empezarán a pagarse en los próximos días gracias al auxilio millonario aprobado por la administración federal.
Según el ministro, el dinero ya está en las arcas regionales y los sueldos podrán ser abonados entre este martes y el miércoles.