“Honestamente, no sé si voy a terminar el año. Espero solo que alguien me mate, ante de que yo mismo me mate”, declara el controvertido poseedor de los cinturones AMB, OMB y OIB.
Tyson Fury, boxeador británico.
“He hecho muchas cosas en mi vida. He tomado mucha cocaína. Mucha”, admite.
“¿Por qué no tomar? Es mi vida ¿no? Hago lo que quiero. Sí, he tomado. Mucha gente toma”, afirma el boxeador de 28 años.
El 23 de septiembre, el británico había anunciado que renuncia a su nuevo combate contra Klitschko, afirmando estar “no apto para combatir”, en términos médicos.
Prevista el 29 de octubre en Mánchester, la revancha entre los dos hombres era muy esperada: Fury, de 28 años, había derrotado ante la sorpresa general a Klitschko a los puntos en Düsseldorf (Alemania) el 28 de noviembre de 2015, ganando los tres cinturones AMB, OMB y FIB.
El lunes, el imprevisible británico había anunciado su retirada en Twitter, antes de retractarse unas horas después, asegurando haber bromeado ante los medios. La entrevista con Rolling Stone se realizó antes de este amago de retirada.
Muy controvertido por sus declaraciones estigmatizando a las mujeres y la homosexualidad, Fury había sido suspendido provisionalmente el 24 de junio por la Agencia Antidopaje Británica (UKAD) tras la detección de una sustancia prohibida en su orina en febrero.
La suspensión fue levantada en espera de una audición el 4 de noviembre.