En esta ocasión, tenía un cuadro más o menos favorable para acercarse hasta la final. En semifinales esperaba el ganador del partido entre el español Marcel Granollers y el francés Gael Monfils y tenía bastantes opciones de, por lo menos, jugar su quinto partido por el título.
Sin embargo, Tsonga se presentó como un obstáculo inesperado que acabó con la paciencia del suizo a lo largo de las dos horas y siete minutos que duró el encuentro. Federer sólo pudo reaccionar en la segunda manga, cuando pasó por encima del francés con un contundente 2-6.
En la primera, Tsonga hizo lo mismo con su rival (6-3) y en el último y decisivo set aguantó la presión para ganar 7-5 con una rotura fundamental en el undécimo juego que abrió el camino de la derrota de Federer, que seguirá un año más sin ganar en Montecarlo.