Eso no sucedió el sábado por la noche en el casino Mandalay Bay, pero el mexicano podría no esperar demasiado para ello. Los dos reyes del peso mediano podrían acabar enfrentándose en algún momento del año entrante, en una mega pelea que podría hacer que muchos aficionados olviden el retiro de Floyd Mayweather Jr.
Es un combate que ambos boxeadores quieren y que los aficionados están empezando a saborearse. Dos pesos medianos con tremenda pegada en el mejor momento de su carrera, con todos los títulos principales y la supremacía del boxeo en juego.
“Gennady Golovkin es un gran peleador y es mi amigo”, comentó Álvarez. “Tengo respeto por él, pero si peleamos, va a ser en mi peso. Soy el campeón y no tengo que hacer lo que él quiera”.
El tapatío puede darse el lujo de ser exigente, pero no por mucho tiempo. El título de los 72,5 kilogramos (160 libras) que ganó al derrotar a Cotto viene con condiciones, como una pelea de unificación obligatoria con su compañero campeón de peso mediano que exige el CMB.
Un escenario para ambos boxeadores sería pelear con otros oponentes en la primavera. “Canelo” Álvarez tiene reservado el fin de semana festivo en Estados Unidos del 5 de mayo, que Mayweather prefirió siempre para sus peleas de pago por evento, y entonces enfrentarse en septiembre.
“Esta pelea elevará al Canelo a un nivel completamente nuevo”, declaró Oscar De La Hoya, el promotor de Álvarez. “Esta es una nueva época en nuestro deporte”.
Siendo el boxeo, por supuesto, no hay garantía de que la pelea ocurrirá. Ambos peleadores tienen diferentes promotores y distintas agendas. Pero ambos se conocen bien y han entrenado juntos varias veces. Los dos también saben los millones de dólares que cada uno podría ganar en una pelea que enfrentaría a dos grandes noqueadores en su mejor momento.
Sin miedo a nada
“No tengo miedo a nadie”, afirmó Álvarez tras vencer por decisión unánime a Cotto, un fallo que no fue tan desigual como las tarjetas de los tres jueces la hicieron ver. Uno otorgó a Álvarez 11 de los 12 rounds en una pelea en la que Cotto fue competitivo hasta el campanazo final.
Álvarez nunca pareció lastimar realmente a Cotto, a pesar de que lanzó los golpes más potentes de la noche. Aunque Cotto intentó probar con distintas combinaciones y boxear a distancia, Álvarez pacientemente logró acortar la distancia para conectar algunos fuertes golpes que establecieron la diferencia.
A la multitud pro-Álvarez que llenó la arena del Mandalay Bay le gustó lo que vio de la estrella mexicana, sobre todo en los últimos capítulos, cuando los dos intercambiaron más golpes. La mayoría estuvo de pie en el último round cuando ambos estuvieron golpe a golpe al comienzo del asalto.
Álvarez, quien culpó a la inexperiencia por la única derrota de su carrera — una decisión en 2013 ante Mayweather — consolidó su posición como un imán del pago por evento en la pelea. El pelirrojo conocido como “Canelo” entre los aficionados ha atraído sistemáticamente a grandes cantidades de entusiastas aficionados. La actuación contra Cotto seguramente atraerá a más seguidores a su lado.
Pero Triple G también cuenta con muchos seguidores, lo que se evidenció al llenar el Madison Square Garden el mes pasado en una contundente victoria contra David Lemieux. Fue el debut de Golovkin en peleas de pago por ver y, si bien no generó cifras enormes, la pelea ofreció el primer pantallazo a los que no conocían a un especialista del nocaut que nació en Kazajistán y que ahora residente en Los Ángeles.
Con Mayweather retirado, se ha abierto el espacio para que otros boxeadores ocupen su sitio. A diferencia de Mayweather, tanto Álvarez como Golovkin tienen pegada, una característica que entusiasma a los aficionados del boxeo.
Aunque el triunfo de Álvarez ante Cotto ha sido el más importante de su carrera, los fanáticos confían que no se tarde demasiado en protagonizar otro combate aún más trascendental.