Brady habló abiertamente el lunes sobre los comentarios de Trump al subrayar que “definitivamente estoy en desacuerdo con lo que dijo. Creo que simplemente creó división”.
El mariscal también dijo que apoya a todos sus compañeros que el domingo decidieron arrodillarse y que su comportamiento personal siempre ha sido el de trasmitir ayuda, compresión y respeto por todos, como se lo enseñaron dentro de su familia.
Mientras que los Cowboys se unieron para protestar antes de iniciar su partido de “Monday Night Football” contra los Cardinals de Arizona en respuesta a los comentarios realizados por Trump que llamó “hijos de puta” a los jugadores que se arrodillaban durante la entonación del himno nacional y que debían ser despedidos por los dueños.
Sin embargo, los Cowboys introdujeron una novedad importante en la protesta y fue la de ponerse todos de rodillas, incluido su dueño Jerry Jones, pero antes que sonase el himno nacional y se desplegase la bandera de Estados Unidos.
Para la ceremonia del himno nacional, los miembros de los Cowboys estuvieron de pie con los brazos entrelazados, como lo hicieron los Cardinals.
Durante la jornada dominical, equipos como Steelers de Pittsburgh y Seahawks de Seattle permanecieron en el vestuario mientras se entonaba el himno nacional, mientras el resto de los equipos realizaron protestas similares al entrelazarse los brazos durante la ceremonia.
La polémica y el enfrentamiento ya ha comenzado a llegar también a los aficionados que en su mayoría rechaza el lenguaje utilizado por Trump.
Pero también la “ofensa” de algunos jugadores que no respetan al himno nacional para reivindicar hablar de asuntos que tienen derecho a discutir o reivindicar, pero no en el foro equivocado y violando las normas de comportamiento a que están obligados a cumplir como profesionales de un equipo profesional con actos que son ofensivos para la mayoría de los ciudadanos.