Kehm aseguró que “sólo los médicos del hospital están habilitados para hablar del tema”, y que sólo habrá nuevas ruedas de prensa si hay cambios.
Aunque el martes hubo una “ligera mejoría”, su estado se considera “crítico” y los médicos se resisten a realizar un pronóstico, tras haber advertido de que cada hora es crucial.
La portavoz del expiloto anunció además que la dirección del hospital de Grenoble podría impedir que la entrada de los periodistas –estimados en un centenar — al establecimiento para garantizar el buen funcionamiento del nosocomio.