Sin embargo lo que parecía una apuesta sencilla con un grupo de personas terminó siendo la peor decisión de su vida.
Ballard y sus amigos se encontraban en una fiesta platicando y disfrutando de un buen momento pasándola bien.
De pronto, entre los juegos que hacían después de beber varias cervezas, Sam perdió y debía pagar la apuesta con un castigo. La penitencia consistió en tragarse una babosa que había aparecido en el jardín.
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Días después se enfermó y tuvo que ser llevado al Hospital Royal North Shore. El diagnóstico fue una afección pulmonar provocada por un parásito conocido como gusano pulmonar de rata que clínicamente se llama Angiostrongylus cantonensis.
#Salud LO DESAFIARON A COMERSE UNA BABOSA Y QUEDÓ TETRAPLÉJICOEl joven Sam Ballard se quedó tetrapléjico después… https://t.co/Yc6RVUXqGz
— CienciaTecno (@CienciatecnoArg) March 9, 2018
Esta bacteria llegó a su cuerpo por medio de la babosa que había ingerido. Los médicos dijeron en su informe que era una enfermedad común en las personas que consumen caracoles o lechuga y otros vegetales contaminados. El animal que Sam se había tragado probablemente adquirió el microbio en heces de rata.
Este padecimiento le provocó una meningoencefalitis eosinofílica, una enfermedad que muchas veces tiene cura, pero el caso de Sam Ballard derivó en un estado de coma que le duró 420 días y que cuando despertó estaba en estado cuadrapléjico.
Sus amigos se dedicaron a reunir fondos para pagar los gastos médicos y la atención de una enfermera que lo atendía 24 horas durante todos los días de la semana.
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El gobierno decidió incluir a Sam Ballard dentro del programa de pensionados debido a su discapacidad con una cantidad de US$490 mil anuales, una cantidad que ahora se ha reducido a US$135 mil.
En la actualidad Sam Ballard debe ser transportado en una silla especial para personas con su condición, debe ser alimentado y sufre de constantes convulsiones.
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