En ese duelo disputado el lunes, Curry sufrió una aparatosa caída que estuvo a punto de darle un vuelco terrorífico al libreto de esta temporada.
Por fortuna para Golden State, la lesión no fue grave y el equipo sigue a un triunfo de avanzar a la final de la NBA. Así, esa jugada sólo fue un recordatorio para ambos equipos: esto no termina todavía.
Los Warriors tendrán otra oportunidad de liquidar a los Rockets el miércoles, en Oakland. De conseguirlo, avanzarán a la final por primera vez en 40 años.
Golden State, que lidera 3-1 la serie por el título del Oeste, está ansioso por resolverla ya y por evitar que ocurra algo extraño. “No queremos volver a Houston”, señaló el escolta Klay Thompson.
“No va a ser fácil. Ellos están aquí por una razón. Tenemos que jugar con más intensidad y unión. Así ganaremos el partido”. Ocho meses de trabajo se vieron en serio riesgo para los Warriors cuando Curry saltó y chocó contra Trevor Ariza, quien comenzaba a intentar un disparo a la mitad del segundo periodo del encuentro disputado el lunes.
Ariza se detuvo abruptamente y Curry dio una voltereta en el aire, antes de aterrizar sobre su espalda, golpeándose la cabeza.
El astro permaneció tendido en la cancha varios minutos. Se dirigió a los vestuarios visiblemente aturdido y volvió en la segunda mitad, luego que el equipo consideró que las pruebas habían descartado una conmoción cerebral. “Pudo haber sido algo mucho peor”, dijo Curry.
Steve Kerr, entrenador de los Warriors, dijo el martes que Curry evoluciona adecuadamente y que sólo sufrió el golpe en la cabeza. En la jornada, los equipos viajaban, y Curry estaría listo para el quinto partido. De un modo distinto, los Rockets esperaban no perder a un jugador clave.
Houson aguardaba la información de la liga sobre el estatus de Dwight Howard, a quien se marcó una falta flagrante de primer grado en el tercer periodo, por propinar un codazo a la cabeza de Andrew Bogut.
Howard podría ser suspendido por acumulación de infracciones de este tipo si la NBA considera que la falta flagrante fue de segundo grado, tras revisar el video.
El entrenador de los Rockets, Kevin McHale, dijo el martes que Howard sólo respondió a un empujón de Bogut, por lo cual la falta fue sólo de primer grado. Con o sin Howard, los Rockets tratan de hacer algo que ningún equipo de la NBA ha conseguido en la historia: remontar una serie a un máximo de siete partidos después de perder los tres primeros.
Houston difícilmente parece amedrentado por esta situación. Los Rockets se convirtieron apenas en el noveno equipo en remontar un 3-1 y sorprendieron a los Clippers de Los ngeles en la segunda ronda de los playoffs. Sus jugadores consideran que esa experiencia los ha preparado para una misión incluso más exigente.
“Nuestra temporada se reduce a ganar un partido de visitantes”, dijo McHale. “No es algo nuevo”.