“Estamos emocionados”, dijo Epstein el miércoles. “Estoy orgulloso de nuestro equipo y de aquellos que han estado cerca de nosotros hasta este momento”.
Epstein indicó que el director comercial de la F1, Bernie Ecclestone, le envió un mensaje en el que le dijo, “buen trabajo”.
Ecclestone había pronosticado que la carrera del 23 de octubre se llevaría a cabo, pero no ofreció concesiones para que los encargados de la pista cumplieran sus obligaciones financieras.
La pista también organizará un concierto de Taylor Swift como parte de las actividades del fin de semana de la carrera.
Antecedentes
Las preocupaciones financieras surgieron después que la carrera de 2015 se vio afectada por mal clima y poco público, y que las autoridades públicas recortaron casi seis millones de dólares de su financiamiento a la pista.
Perder la carrera habría sido un golpe para los esfuerzos de la F1 por expandirse en el mercado estadounidense. De 2008 a 2011, no se realizaron carreras de la F1 en Estados Unidos, y su regreso a una instalación especializada se consideraba un paso decidido para ganar presencia a largo plazo en un país donde la NASCAR es por mucho el deporte motorizado más popular.
Además, la temporada de 2016 incluirá a la escudería Haas, la primera encabezada por estadounidenses en 30 años.
La carrera ha ocupado un lugar prominente en el final de la temporada de la Fórmula Uno.
“Como escudería estadounidense, es muy importante tener una carrera en nuestro país. Esto cultiva una base de aficionados que no sólo siguen al Haas F1 Team, sino a la Fórmula Uno en general”, destacó Guenther Steiner, director de ese equipo.