Tres lustros después, en la batalla por la eternidad Nadal iguala a 20 ‘grandes’ con su eterno rival Federer, de baja por una lesión de rodilla, mientras que Djokovic se queda con 17.
Nadal ha logrado en este Roland Garros otoñal, desplazado de la primavera por la pandemia y jugado únicamente con 1.000 espectadores al día, el más difícil todavía.
🏆🏆🏆🏆🏆🏆🏆🏆🏆🏆🏆🏆🏆@RafaelNadal conquers Novak Djokovic 6-0 6-2 7-5 to remain perfect in Paris finals and earn title 1️⃣3️⃣ at #RolandGarros pic.twitter.com/lzOz5dmoqQ
— Roland-Garros (@rolandgarros) October 11, 2020
Durante todo el torneo había recordado que las condiciones eran “las peores de siempre” para su tenis, refiriéndose al “frío extremo”, a las nuevas bolas, “como piedras”, y a su falta de rodaje (tres partidos en seis meses).
Todo parecía ordenado para que el serbio lograra su segundo grande francés después del que consiguió en 2016. Además, tras una mañana soleada, que prometía una tierra seca para el español, justo antes del partido empezó a llover y se tuvo que cerrar el nuevo techo retráctil de la central.
Humedad, lluvia y techo, el escenario ideal para el ‘rey del indoor’ Djokovic.
1️⃣0️⃣0️⃣ not out 👏@RafaelNadal #RolandGarros pic.twitter.com/1mN4DYoEKm
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Pero el tenis de Nadal dijo no. Fue empezar a competir y quedaron de lado los elementos. Enchufado y fino de piernas, con una derecha sólida y sin casi cometer errores, Nadal destrozó a un Djokovic irreconocible, sin ideas, que casi ni dio batalla en la que fue su primera derrota en 2020 (sin contar la descalificación en octavos del US Open por un pelotazo a una juez).