A su favor, el mallorquín cuenta con la ausencia del suizo Roger Federer, mejor jugador en lo que va de año y que ya le privó del título en las finales del Abierto de Australia y el torneo de Miami.
Además, el británico Andy Murray y el serbio Novak Djokovic, primero y segundo del ránking ATP, respectivamente, no atraviesan su mejor momento.
La temporada pasada Nadal acusó una falta de confianza motivada, sobre todo, por una campaña previa -la de 2015- mala, en la que solo obtuvo tres títulos menores (Hamburgo, Stuttgart y Buenos Aires).
No fue hasta la cita de Montecarlo, donde ganó tras cuatro años sin hacerlo, cuando el español empezó a remontar el vuelo. Después llegó el triunfo en el torneo de Barcelona, pero una lesión en la muñeca izquierda le sacó de Roland Garros antes de disputar la tercera ronda.
Pese a que volvió a las pistas en agosto, Nadal siguió lejos de su estado de forma habitual, aunque llegó a obtener el oro olímpico en Río en la categoría de dobles masculinos.
En 2017, el manacorí se ha librado de las molestias físicas para hacer gala de un tenis que, por momentos, ha recordado al de sus mejores tiempos y que solo se ha visto frenado por la también espectacular vuelta a las pistas de Federer, dueño y señor del circuito desde el pasado mes de enero.
Esta mejora física y técnica, sin embargo, todavía no ha cuajado en trofeos. La tierra batida es el escenario perfecto para que Nadal vuelva a las andadas.
Sorteo complicado
El tenista sueña con conseguir su décimo Roland Garros, que no levanta desde 2014 y que supondría su décimo quinto 'grande'.
“Si consigo recuperar mi mejor nivel, tendré opciones en París, pero si no consigo dar el máximo no hay nada que hacer. Estoy contento de volver a ser competitivo y de haber encontrado la regularidad”, explicó el tenista en declaraciones a una televisión de las Islas Baleares, poco antes de viajar a Montecarlo, donde el sorteo sin embargo no ha jugado a su favor.
Nadal podría cruzarse con la estrella emergente Alexander Zverev, número 20 del circuito, o con el temible búlgaro Grigor Dimitrov (12), antes de unas hipotéticas semifinales frente a Djokovic, que busca a su vez recuperar el tono.
El serbio está pasando momentos complicados debido a su lesión de codo y cierta fatiga en su juego. Tampoco anda mejor Andy Murray, también con molestias en el codo. En Montecarlo, el británico volverá a las pistas tras un mes de reposo.
Entre los rivales de Nadal también figura el suizo Stan Wawrinka, vencedor de Montecarlo en 2014 y de Roland Garros un año después, en 2015.
No obstante y pese a estos más que probables cruces, el cuadro se le presenta despejado al balear hasta los cuartos de final, donde podría medirse a los franceses Lucas Pouille (17) o Jo-Wilfried Tsonga (10), que vuelve a la competición tras ser padre.