Deporte Internacional

Mike Tyson revela por qué mordía su guante durante la pelea con Jake Paul

Iron Mike llamó la atención de todos sus fanáticos al llevarse su mano izquierda a la boca en múltiples ocasiones el viernes durante la pelea estelar de la noche.

Mike Tyson durante la pelea con Jake Paul en Texas

Mike Tyson durante la pelea con Jake Paul en Texas (Foto Prensa Libre: AFP)

El combate de boxeo más esperado del año no fue lo imaginado. La leyenda Mike Tyson regresó al ring para caer ante el youtubeJake Paul y pasarse gran parte de la pelea mordiendo su propio guante mientras protegía su rostro.

La pelea, que tuvo un carácter de oficial, aunque no sancionada por ninguna de las organizaciones del boxeo alrededor del mundo, fue pactada a ocho asaltos de dos minutos cada uno.

Ese gesto llamó la atención de aficionados y periodistas desde el primer momento. De hecho, en la retransmisión de Netflix ya debatieron si se trataba de una acción común de Tyson en sus combates o simplemente era algo nuevo en él.

Existían múltiples teorías al respecto. Entre todas ellas, la más relevante sostenía que las mordeduras se debían a un tic nervioso. Dicho problema es un movimiento o vocalización involuntaria, repetitivo y brusco, producido cuando se contraen uno o varios músculos del cuerpo

Para salir de dudas, el boxeador estadounidense fue preguntado por ello en la entrevista en el ring y no dejó a nadie indiferente con su respuesta, cargada de ironía y recuerdos hacia su juventud.

"Tengo la costumbre de morderme los guantes, tengo una fijación con las mordeduras", afirmó entre risas el que fue campeón mundial indiscutible de peso pesado de 1987 a 1990. Así, hacía referencia a aquella vez que en 1997 mordió la oreja a Holyfield.

Tyson minimizó la importancia del tema, asegurando que es algo que realiza de manera automática mientras se concentra en el combate. Sin embargo, la imagen de la leyenda del boxeo realizando este peculiar gesto rápidamente se convirtió en uno de los momentos más comentados de la noche.

Aunque perdió por decisión unánime frente al más joven Jake PaulTyson demostró que incluso a los 58 años, sigue generando conversación dentro y fuera del ring. Su explicación deja en claro que, a pesar de las teorías, su hábito de morder los guantes es una de las muchas singularidades que hacen único al excampeón.

Fuera de eso, esta batalla enmarca el regreso de un boxeador que dominó la escena y se consagró como campeón mundial indiscutido entre los años 1987 al 1990, siendo uno de los bastiones con más potencia en sus golpes en la historia del deporte.



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